La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, en su calidad de suplente del presidente Andrés Manuel López Obrador para encabezar las “mañaneras”, dijo textualmente lo siguiente el jueves 28 de enero…
“Recordemos que él, (AMLO) como jefe de Gobierno, inició este programa de adultos mayores y por supuesto fue el impulsor de la idea que hoy se materializó en la reforma constitucional del artículo 4º, al elevar a rango constitucional la protección a las personas mayores, otorgándoles el derecho a recibir a una pensión a partir de los 68 años”…
Esto, doña Olga, para muchos venerables adultos mayores está bien, muy, pero muy bien, pero debe saber que hay muchos viejitos que desde hace casi un año que cumplieron esa edad, y a pesar de estar solicitando a la secretaría del Bienestar el cumplimiento de esta obligación constitucional a que está obligado el gobierno, es el día en que solo promesas…
Por ello sorprende que los promotores de la mal llamada 4-T se estén pasando por el arco del triunfo esta súplica, pues no solo López Obrador, sino ahora también doña Olga, se desviven por afirmar que “ya se bajaron los recursos y se entregaron a los adultos mayores, pero además, les vamos a adelantar dos meses para que reciban lo de cuatro meses”…
¿Será que con ello solo buscan el lucimiento político, y ahora hasta electoral?...
Aquí la prueba de esta denuncia. El señor Alejandro Javier Ruiz Escalante cumplió 68 años en abril del año pasado 2020 y después de tanto insistir para que el gobierno cumpla con lo que señala el artículo 4º constitucional, la secretaría del Bienestar lo obligó, en plena pandemia, a acudir a una oficina alejada de su domicilio para registrarlo…
Los empleados que se encontraban en ese lugar, por el rumbo de Cien Metros-Vallejo, en el norte de la ciudad, alcaldía Gustavo A. Madero, le entregaron un pedazo de hoja con la siguiente información: estado 09, región 005, folio 3218206, fecha 06-10-2020, pensión para el bienestar de los adultos mayores…
Bueno, pues a la fecha este viejito ha sido ignorado y condenado por López Obrador a una vida indigna, pues su necesidad es mucha… Pero así hay muchos venerables ancianos y ancianitas a lo largo y ancho del país…
Así están las cosas, doña Olga…
Que quede para la reflexión, porque de continuar este escenario, la dependencia de marras se estará convirtiendo en secretaría de la crueldad…
¿O no?...