Si el presidente Andrés Manuel López Obrador pretende gestionar ante la Organización de las Naciones Unidas una iniciativa para que los países que tengan piezas históricas que no les pertenecen los regresen a su país de origen, que pida también que nos regresen Texas…
Así lo anunció el inquilino de Palacio Nacional: “Las naciones que tienen estas piezas no quieren devolverlas. Yo estoy pensando seriamente en que presentemos una iniciativa en la ONU para que todo ese patrimonio histórico regrese a los pueblos de donde son originarias esas piezas y que sea un acto voluntario de quienes poseen esas piezas, porque es parte de una política colonialista que ya no debe de permitirse en el mundo”… Bueno, pues más que en serio, este asunto se comenta en los desayunaderos políticos de la Ciudad de México, donde en el mismo tono burlón que a veces utiliza don Andrés, se dice que mejor sería que de paso le pida a su amigo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que nos devuelva Texas, antes de que lo echen de la Casa Blanca, como parece ocurrirá el próximo martes tres de noviembre… ¡A raza!, como dicen en el norte de México…