El miércoles pasado, durante la mañanera, alguien le preguntó al presidente Andrés Manuel López Obrador si podría integrar en su equipo de trabajo al analista del periódico La Jornada, Alfredo Jalife…
A esto, el mandatario respondió: “Es una muy buena persona. No creo yo que quiera ocupar un cargo, es un analista, un investigador; pero en el caso que hubiese algo que le interesara, como cualquier otro profesional analista, lo tomaríamos en cuenta. No hay veto para Jalife ni para nadie… Y para enviar alguna señal de lo que sabe que ocurre en ese periódico, añadió: “Hay muchas discrepancias, hay debate, yo lo considero sano; a veces se pasan, pero es sano eso. Ya cuando no se debate es que hay que avisarles que ya se apagó la luz y hay que cerrarles los ojos, pero tiene que haber esto con respeto, debate… Entonces, Jalife y otros que están en contra de Jalife son nuestros amigos. No tenemos nosotros vetos para nadie”… Y como siempre, en el mundillo periodístico esto se interpretó como sutil forma de mandar pedir trabajo al presidente de la República… ¿Será?... Pues no es descabellada la especie, si se toma en cuenta la crisis por la que atraviesa el sector de la prensa, radio y televisión… Que quede para la reflexión…