Nuestros sabuesos informativos captan una versión por demás interesante que podría estar marcando la línea con que el presidente Andrés Manuel López Obrador pretende conducir los hilos de la cacareada “cuarta transformación”…
Se trata de ese garrafal error que cometió el inquilino de Palacio Nacional con la intentona de reducir cinco mil millones de pesos al presupuesto de las universidades públicas de todo el país… Es claro que López Obrador quiso aplicar correctivos locos motivado por los informes que le hicieron llegar sus más cercanos colaboradores, en el sentido de que en casi todas las universidades hay derroches de todos tamaños que muchos de ellos rayan en la corrupción y en todas están involucrados partidos políticos y pandillas controladas por maestros de esos niveles de la educación profesional… Pero pronto llegó a su escritorio un informe de inteligencia militar, en el que se le advertía que estrategas universitarios comenzaban a organizar una protesta para el mes de enero próximo, en la que participarían 400 mil estudiantes y profesores, a los que paulatinamente se concertaría la suma de organizaciones campesinas con sello priísta, artistas y agrupaciones culturales... La intención era rodear el Palacio Nacional con gruesos y agresivos contingentes y no dejarlo salir de sus oficinas, lo que, a querer o no, espantó al tabasqueño que, ni tardo ni perezoso, salió de inmediato para argumentar que la regó, que fue un error, que no era su intención y que no reducirá presupuesto a las universidades, que cumplirá con lo que ofreció… La versión de nuestros sabuesos informativos no es descabellada, porque nos llega otro hecho que estamos por confirmar para documentar con mayor solidez y contundencia el estado de ánimo en que entró el presidente López Obrador a partir del informe de inteligencia militar… De esto hay mucho que contar…