*Migración: La historia interminable (I)
Bien nos decía el Dr. Miguel Ángel Manzur Kuri en sus clases de filosofía, con un aire de consideración: “el problema de ser estudiante… es que siempre se llega tarde al conocimiento”. Y bajo esa máxima el profesor hacía sus mejores esfuerzos para que los alumnos asimilásemos lo más posible de lo que la humanidad había avanzado en siglos, en unas cuantas clases.
Y lo peor del caso, es que no solo se llega tarde al conocimiento, sino que para alcanzar a los conceptos modernos, actuales y útiles para aplicarse a problemas reales y recientes, a veces se tarda uno mucho más de lo que se supondría. Eso en muchos sentidos es lo mismo que acontece con las nuevas autoridades migratorias, aduaneras, fiscales y de otro orden ante una realidad tan añeja, compleja y difícil como es la migración internacional en la frontera México – Estados Unidos.
El pasado primero y dos de abril el New York Times publicó tres artículos sobre la problemática de migración hacia Estados Unidos, firmados por el ex embajador Christopher Landau y los periodistas Zolan Kanno-Youngs y Jorge Ramos.
Los tres en varios aspectos han tenido una vinculación cercana con ese fenómeno, pero no es lo mismo informar sobre un problema, que emitir juicios y propuestas con las que se pretendan resolver las muy complejas e interrelacionadas variables que reviste la migración.
El detonante del repentino interés por tratar de encontrar soluciones inició con la publicación sobre la captura de más de 170 mil migrantes en el mes de marzo. “Algo no visto en 15 años”. Peor aún, de ellos más de 18mil 700 son niños y adolescentes que viajaban solos en territorio norteamericano. Duplicando prácticamente los 9 mil 450 menores detenidos en febrero.
Para no ir más lejos, instituciones tan serias como El Pew Research Institute, El Colegio de la Frontera Norte, El Centro de Investigaciones sobre América del Norte (UNAM), El Instituto de las Américas, El Colegio de México, El Consejo Nacional de Población, El Centro de Estudios México-Estados Unidos de la Universidad de California en San Diego y muchas otras más, llevan décadas investigando el problema, y reportes van, proyectos vienen, iniciativas salen, programas se corrigen, pero lo verdaderamente enfermo de este asunto, radica en que mucho de lo logrado por una administración (Ronald Reagan), en su afán de destacarse y diferenciarse de su antecesor, el presidente siguiente lo destruye, lo abandona o lo deja sin atender.
REDESCUBRIR EL HILO NEGRO
Los consejeros del ex embajador Landau, lo enseñaron bien;” El factor más importante que impulsa esos flujos no se ha abordado en gran medida: la voluntad y la capacidad de los empleadores estadounidenses para contratar a millones de inmigrantes no autorizados”. Lo cual dicho de otra manera; “la gente viene porque sabe que la necesitan para trabajar” y no llega como las aves para refugiarse del calor o del frío”. O como alguna vez dijo un regente del D.F: “los migrantes se van porque quieren conocer a Mickey Mouse”.
Aquí bien vale la pena recordar que en 1986, cuando Ronald Reagan decidió junto con los demócratas Ted Kennedy, John Mc Cain y buena parte de los legisladores de ambos partidos modificar la ley de migración de los Estados Unidos, quedaron varios aspectos a ser reglamentados para determinar la obligatoriedad o no, de medidas adicionales para la obtención de la ciudadanía o los permisos para trabajar temporalmente en el país; entre ellas el denominado E-Verify.
El sistema E-verify que se estipuló en la ley migratoria de 1986, es exigible desde 2007 solo en nueve estados (21 años después, y posterior a un programa piloto de una década), y consiste en que el patrón debe entregar los nombres, números del seguro social y otros datos a la Administración del Seguro Social y al Departamento de Seguridad Nacional para su verificación, una vez obtenida la aprobación se procede a la contratación. Pero ¡¡ cuidado!! Nótese que tal y como señaló Alex Nowrasteh, director de estudios de inmigración en el Cato Institute; “El sistema sólo verifica los documentos que uno le indica. No verifica al trabajador. Ese es el defecto fatal” (LA Times, 28/08/2019).
Así que como ya veremos, pareciera que hasta las fórmulas y sistemas para evitar el fraude migratorio, estuviesen diseñados exprofeso para burlar los ordenamientos legales para regularizar y legalizar el empleo en Estados Unidos.
Otro aspecto que nadie ha querido mencionar y que es fundamental para los enormes flujos de migración ilegal, es que la dinámica poblacional de los EE.UU. es totalmente diferente a la de hace apenas 15 años.