*En el filo de la navaja, la política exterior mexicana (1 de 4)
La política exterior de nuestro país, ahora en manos de la 4T, camina sobre el filo de la navaja, y para salir adelante habrá de treparse en la cresta de la ola y con fuerza, equilibrio y oportunidad preservar la soberanía nacional sin menoscabo de su actuación como miembro de la comunidad internacional.
Es una empresa difícil, pletórica de bloqueos, fintas, engaños, presiones y represalias que deberá sortear.
Abonan a favor del gran reto los principios constitucionales que rigen nuestra política exterior desde hace muchos años, la tradición y respeto que los mismos han generado y el concurso de una diplomacia profesional, comprometida y experimentada.
Estamos frente a la recomposición política y económica del mundo, con China como la gran potencia que está destinada a ser este siglo, el imperio estadunidense cuyo declive ha comenzado, ya no hablamos de la mayor economía del mundo, pero sigue su política injerencista y un ejército que sigue siendo el más poderoso del planeta.
Dicha recomposición contempla a tres grandes potencias, se perfila un mundo tripolar, con Rusia en el otro vértice del triángulo; a la Unión Europea no la ponemos como cuarto polo porque, en primer lugar son aliados de EU y además no han emprendido una carrera armamentista como los otros tres.
Anotando por delante que nunca hay invasión que se justifique y, por tanto, condenando tajantemente esta acción de Rusia, es menester reconocer que solo la buena política sacará al mundo –porque es el mundo entero el que resulta comprometido- del atolladero.
Y para ello debemos darnos permiso de pensar en complejidad, es decir, no podemos, a vuelo de pájaro, darle la razón, sin más, a ninguna de las partes.
Son muchas la historia, las tradiciones, los intereses (confesados e inconfesables), así como los sueños y aspiraciones de los implicados que están en el tablero, por ello debemos informarnos lo mejor posible, tarea por demás ingrata, tomando en consideración la campaña de desinformación que priva en los medios tradicionales y en las redes digitales además de la sustitución de la información por la propaganda.
La tarea es mayúscula, empezando por detectar y seguir fuentes fidedignas que nos den el punto de vista de cada flanco del conflicto.
Rusia quiere recuperar la gravitación de la URSS; China, al menos en principio la apoya y EU pretende incrementar su ámbito de influencia; el vecindario en el que se dan los encuentros bélicos es el de Ucrania, país limítrofe con Rusia que oye el canto de las sirenas y coquetea con pertenecer a la OTAN (Organización del Atlántico Norte).
En las próximas entregas analizaremos alguna información relevante que nos permita acceder a un punto de vista con un mínimo de sustento.