El 82 por ciento de los bosques en el mundo padece cada vez más estrés hídrico, aunado a una mayor disposición de dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera, explicó Paul Szejner Sigal, investigador del Instituto de Geología de la UNAM.

El experto del departamento de Ciencias Ambientales precisó: es importante porque con el incremento de la temperatura en el orbe la demanda de agua en la atmósfera aumentará, proceso que queda plasmado en los árboles a nivel químico.

“Los árboles pueden registrar los cambios en el clima que se están sucediendo y por otra parte el CO2 está dejando su firma en los isótopos de carbono en la nueva materia orgánica que se incorpora a ellos”, destacó Szejner Sigal.

Desde hace ocho años Szejner Sigal trabaja en la elaboración de series de cronologías de árboles en Estados Unidos, para las cuales se extraen pequeños segmentos de la madera, que permiten revisar los anillos de crecimiento y analizarlos microscópicamente.

Tras recordar que a cada anillo de crecimiento se le atribuye un año de vida, el investigador detalló que se han podido revisar hasta un siglo de datos de los bosques de coníferas en el vecino país del norte.

Szejner Sigal comentó que para determinar que el 82 por ciento de las cronologías presentan una tendencia a largo plazo de estrés hídrico, se consideraron aquellas que proceden del sur de Chile, Europa y Estados Unidos.

El trabajo muestra que la mayoría de los bosques estudiados presentan una tendencia hacia el estrés hídrico, el cual está relacionado al aumento de la temperatura a nivel global, lo que implica que la atmósfera es cada vez más seca y compite con los árboles por el agua.

Este ejercicio, destacó, se replicará en México con una serie de muestras reunidas desde hace 20 años por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, a las cuales se les realizarán análisis químicos para revisar la salud de los bosques y detectar cambios a largo plazo, ya sea climáticos o los incrementos del CO2 atmosférico.

La idea del experto en el estudio de suelo, bosques y clima es revisar el impacto del CO2 en los pinos y coníferas de nuestro país en los últimos 120 años.

Szejner Sigal hizo ver que la materia orgánica la cual están sintetizando las plantas proviene del dióxido de carbono, toda vez que a la hora de realizar la fotosíntesis las plantas capturan el gas de efecto invernadero de la atmósfera, y lo convierten en material orgánico (hojas, tallos, raíces, madera).

“Si seguimos incrementando la temperatura a nivel global, esta demanda hídrica en los bosques va a aumentar, y los bosques serán capaces de registrar esos cambios a nivel climático”, insistió el investigador.

Finalmente, el experto urgió en la necesidad de proteger los bosques para mantener la función mitigadora con que cuentan respecto de la fijación del CO2: entre más bosques, puntualizó, se puede captar más y formar madera.

Save
Cookies user preferences
We use cookies to ensure you to get the best experience on our website. If you decline the use of cookies, this website may not function as expected.
Accept all
Decline all
Analytics
Tools used to analyze the data to measure the effectiveness of a website and to understand how it works.
Google Analytics
Accept
Decline
Unknown
Unknown
Accept
Decline