Estudiantes de la UNAM elaboraron una maqueta de la Casa Cecil O’Gorman, y de las Casa-Estudio de Diego Rivera y de Frida Kahlo, diseñadas hace 90 años por el muralista Juan O'Gorman, y que representan las primeras estructuras arquitectónicas funcionalistas en Latinoamérica.
La reproducción, a escala 1:25, fue realizada por estudiantes del Taller “Hannes Meyer” y por académicos de la Facultad de Arquitectura (FA), en colaboración con alumnos de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, de la UNAM. La reproducción precisa se hizo con ayuda del Laboratorio de Arquitectura + Diseño y Tecnología Experimental (LATE), de la FA.
Una de las características importantes de este trabajo es que permite al público en condición de discapacidad motriz y/o auditiva apreciar los detalles de los inmuebles, pues cuenta también con un video realizado en Lengua de Señas Mexicana.
La cultura debe ser accesible para toda la población, pero inmuebles como estas casas, por estar catalogadas, no pueden modificar su estructura para construir, por ejemplo, elevadores o rampas, “entonces eso representa un problema para que la gente puede acceder, y la única manera de hacerlo es mediante un recorrido virtual o maquetas, que es lo que se hizo”, explicó Guillermo Calva, titular del Taller Hannes Meyer, quien estuvo acompañado por Marco Mazari, director de la FA.
Casas funcionalistas
En medio del perpetuo movimiento urbano, el espacio que une a las calles de Altavista y Diego Rivera, en San Ángel, se vuelve atemporal. “Estos inmuebles marcan un hito en la historia de la arquitectura en México. Juan O’ Gorman es uno de los iniciadores del Funcionalismo en nuestro país, movimiento arquitectónico que propone que la forma debe estar determinada por la función”, recordó Calva.
Los estudiantes trabajaron desde la planeación de la maqueta, hasta el último detalle; además, se abordó la rectificación del levantamiento y se utilizaron drones e impresoras 3D. La maqueta se elaboró con base en la Declaratoria de Monumento, que recibió en 1998.
Bordeadas en su mayoría sólo por cactus, y grava al calce, las Casa-Estudio de Diego Rivera y de Frida Kahlo (1931 y 1932) siguen tan atípicas como lo fueron en el siglo XX. Ya en su interior, la escalera helicoidal le roba la atención a las cactáceas: losas de concreto, postes esbeltos, fachadas y plantas libres, ventanales de piso a techo, espacio, aire, pero, ante todo, luz.
Todo esto se complementa con seis bocetos originales a lápiz y acuarela realizados por O´Gorman, que forman parte del acervo del recinto. Aunado a ello, una sinopia (dibujo previo a la pintura) para un mural del mismo O´Gorman.
Se sabe que en este inmueble Frida habitó hasta abril de 1941, y realizó obras como “Lo que el agua me dio”, “El ojo avizor” y “El difunto Dimas”. En tanto, Diego Rivera, quien estuvo en esta casa hasta el 24 de noviembre de 1957, produjo la mayor parte de su obra de caballete; además, conservaría ahí su colección de Judas y Calaveras, y parte de su recopilación de arte prehispánico y artesanía mexicana.
La maqueta es exhibida in situ y puede visitarse durante todo este 2019.
En la presentación, en el marco de los “90 años del Funcionalismo en México”, organizados por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, estuvieron Dolores Martínez Orralde, subdirectora general de Patrimonio Artístico Inmueble del INBAL; y Marisol Argüelles, directora del Museo Casa-Estudio de Diego Rivera y Frida Kahlo.