La diputada Ana Laura Bernal Camarena señaló que el impulso a la lectura en el país significa un enorme reto, toda vez que esta actividad lejos de crecer ha ido en detrimento, pues de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de cada cien personas encuestadas en el 2018, 45 declararon haber leído un libro, mientras que en 2015 eran 50.
La legisladora añadió que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ha manifestado que en México cada habitante lee 2.8 libros al año y que hay una biblioteca pública por cada quince mil habitantes.
Subrayó que ante el fracaso del sistema pedagógico es necesario fomentar la lectura no sólo por interés educativo, sino por gusto, ya que aunque se termine con el analfabetismo y aumente la población escolar, ello no implicará que la ciudadanía cultive su gusto por los libros.
Destacó que otro dato importante revelado en el Módulo de Lectura (Molec), que comenzó a levantarse por el Inegi en 2015 fue que las temáticas más citadas por los lectores fueron la literatura, libros de texto, uso universitario y materias o profesiones en particular, los de autoayuda, superación personal y religión.
Esta encuesta advierte que la población de 18 y más años de edad lectora de los materiales de Molec, 69.8 por ciento recibió estímulos para la lectura, tanto en el hogar como en la escuela.
Bernal Camarena resaltó que este dato es primordial, pues se identificó que cuando el estímulo para la lectura proviene exclusivamente de alguno de los dos ámbitos (hogar o escuela), el porcentaje de la población lectora es bastante menor.
Ante este panorama, es necesario reformar los artículos 47 y 69 de la Ley General de Educación, para que en cada escuela pública se dé enseñanza básica y a través del consejo escolar de participación social, integrado por los padres de familia y representantes de sus asociaciones y maestros, velen para que se fomente la lectura.
Apuntó que la propuesta, turnada para su análisis a la Comisión de Educación, busca realizar un cambio legal que permita reforzar los hábitos de lectura en el país, porque establece como responsabilidad de la autoridad educativa vigilar que las escuelas cumplan en sus programas escolares con los propósitos específicos de lectura.