Los universitarios Susana López Charretón, especialista en virología, y el arquitecto Felipe Leal Fernández, se suman a los destacados científicos, artistas y humanistas de México, quienes desde 1943 son distinguidos de forma vitalicia como parte de una comunidad de mujeres y hombres que han realizado aportaciones destacadas al conocimiento y el arte.
Ellos fueron electos como nuevos miembros de El Colegio Nacional (ECN) por su destacada trayectoria y autoridad en el ámbito de sus competencias, cuyo ingreso se estima durante el primer semestre de 2021.
Leal Fernández y López Charretón se refirieron a los retos que cada disciplina debe enfrentar en la actual pandemia: en la arquitectura, la necesidad de tener elementos más saludables, por ejemplo espacios más abiertos, ventilados, en lugar de sitios cerrados; en ciencia y tecnología, mayor inversión.
Susana López Charretón, del Instituto de Biotecnología (IBt), anticipa que en su mensaje de ingreso al organismo colegiado reiterará la necesidad de brindar mayor apoyo en ciencia y tecnología con una visión, además de gubernamental, social.
Este año con lo sucedido por el SARS-CoV-2, expone, se muestra la importancia de que un país invierta en estos rubros.
Desde hace años, en México no se realiza de manera apropiada; ahora nos permite mirar que a pesar de “las ganas” y de los virólogos que tenemos en el país, no podemos tener una vacuna lista, ni tratamientos, porque somos muy pocos.
“Para cualquier desarrollo tecnológico e investigación, se requiere masa crítica y un cuerpo de investigación y de científicos muy grande que esté trabajando todo el tiempo”, puntualiza.
Actualmente, solo contamos con 180 líderes académicos en virología en toda la nación, y una cantidad variable de técnicos y estudiantes que trabajan en este campo.
“El número de virólogos que hay en el país cabe en el salón de un congreso, de un seminario, por lo que el plan para poder formar más especialistas en esta rama es crear un Centro Nacional de Virología en el país, que no tenemos, y estar listos para este tipo de problemas que serán más seguidos”, advierte.
López Charretón, quien trabajó en la patente del método diagnóstico para influenza AH1N1 pandémica, expone que solo en este momento se ofrecen donativos para estudiar el SARS-CoV-2; no obstante, nadie puede resolver un problema dentro de otro.
“Es como si estuviéramos adentro de un huracán y en ese momento, nos propusieran: ‘¿por qué no estudiamos cómo llegan los huracanes?’, tenemos que reaccionar ante y con lo que tenemos”, subraya.
La ciencia, ¿un lujo?
La integrante del Departamento de Genética del Desarrollo y Fisiología Molecular del IBt, manifiesta que siempre se ha pensado que la investigación en ciencia y tecnología es un lujo.
“Cuando hay que recortar algo, se mutila eso, y no se dan cuenta de lo terrible que es hasta ahora. Los países que mejor han tratado la pandemia son los que tienen asesores científicos y cuerpos de investigación en virología mucho antes, no al día de hoy”.
Y añade: “esto ha sido un proceso muy largo, mi carrera siempre ha sido alrededor de la virología y sabíamos que nos íbamos a enfrentar a algo así, quizá no tan grave. Hay que reflexionar: este año ha sido para todos como una pesadilla que no tiene fin, nunca nos imaginamos que pudiera ser tan severo, hemos peleado en muchos frentes, y seguiremos, pero requerimos apoyo”.
Trayectoria
Susana López Charretón es viróloga, especialista en el estudio de biología celular de la infección por rotavirus y astrovirus. Su línea de investigación también se centra en la genómica funcional de la interacción virus-célula huésped, así como en epidemiología, diagnóstico y metagenómica viral.
Destaca su sólida carrera como investigadora del IBt de la UNAM a la par de una intensa labor docente, además de la realización de estancias académicas en el extranjero. Ha participado en más de 200 congresos nacionales e internacionales, y supera los 130 artículos publicados en revistas especializadas.
Nueva Arquitectura
El académico y exdirector de la Facultad de Arquitectura (FA) de la UNAM, Felipe Leal Fernández, comparte su sentir al recibir la noticia:
“Tengo entusiasmo y satisfacción, dado que es la cátedra mayor que existe en la nación, la de mayor relevancia, es el reconocimiento que cada disciplina ha tenido para distinguir a un mexicano, es un honor y una responsabilidad, porque representas a tu disciplina; en este caso, la arquitectura, que es parte fundamental de la cultura”, afirma.
Estima que es una gran oportunidad ocupar una vacante como colegiado que quedó ausente durante cuatro años, dado que el último arquitecto que la representó fue Teodoro González de León, “gran maestro mío, lo admiré mucho, porque tenía una amplísima cultura universal”.
Excoordinador de Proyectos Especiales también de la UNAM previó que ante el arribo de una “nueva realidad”, por lo menos en el ámbito de la arquitectura, “habrá replanteamientos paradigmáticos”.
“Sí va a volcarse la arquitectura por elementos más saludables, por espacios más abiertos, más ventilados en la mayor parte de las habitaciones. Que las casas tengan balcones, ya no espacios cerrados, por considerarse antihigiénicos, eso se repensará, y creo que desde ECN propondré realizar una serie de reuniones alusivas, bajo la óptica de diferentes disciplinas”, indica.
El también integrante titular del Seminario de Cultura Mexicana, anticipó que durante su estancia en ECN tendrá una participación abierta y de integración.
“Estaré cerca de las nuevas generaciones de arquitectos. Ahora se ha diversificado mucho la disciplina, y es importante saber qué pasa con la vivienda emergente, con el desarrollo de las ciudades, qué conflictos urbanos se están presentando, cómo está la movilidad en las ciudades”, asevera.
Felipe Leal considera más que centrarse en el esplendor de la arquitectura, también buscará vincular la historia con el presente, desde una perspectiva más dinámica y fresca.
“Sin duda, promoveré lo importante que es la arquitectura en nuestra cultura, como lo es la gastronomía, la danza, la música, como lo es en la vida cotidiana para coadyuvar a un conocimiento mayor”, precisa.
Espacio público
El fundador de la Autoridad de Espacio Público del Gobierno de la Ciudad de México, y exsecretario de Desarrollo Urbano del gobierno capitalino, actualmente se aboca al rescate de espacios públicos emblemáticos vinculados con la historia.
“Lo he hecho en lugares como la Plaza de la República, la avenida Madero, la Alameda Central, y hoy en día me encuentro en Acapulco, Guerrero, en el único parque público, gran pulmón verde que es el Parque Papagayo, para darle esa dignidad, recuperarlo para toda la ciudadanía, y rescatar esa relación con la naturaleza y el espacio abierto”.
Quien también coordinó la gestión para inscribir en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO a Ciudad Universitaria en 2007, comparte su pesar ante el vacío de este espacio a causa de la emergencia sanitaria.
“Es nuestra casa, y es una casa deshabitada; lo que le da carácter a la arquitectura somos las personas, son las actividades que generamos, la arquitectura es un contenedor de la vida humana, nos puede ayudar a mejorar nuestra calidad de vida, pero cuando un espacio está vacío sin uso, por bello que sea genera esa desolación”, concluye.
Trayectoria
Felipe Leal Fernández nació en la Ciudad de México en 1956. Es arquitecto y fue director de la Facultad de Arquitectura por dos períodos de 1997 a 2005; docente en dicha institución académica con 40 años de antigüedad, profesor invitado en las principales universidades de América Latina, Norteamérica y Europa.
Su obra se enfoca principalmente en los ámbitos cultural y educativo, la cual le ha hecho acreedor a 16 premios en diversas bienales y certámenes nacionales e internacionales. Destacan los estudios para Vicente Rojo, Gabriel García Márquez, Magali Lara, Ángeles Mastretta, Alejandro Rossi y Carmen Boullosa, entre otros.
Como responsable del espacio público impulsó proyectos de recuperación urbana en la Ciudad de México, principalmente en el Centro Histórico; también es importante divulgador de la cultura; autor de cuatro libros, además de colaborador regular en prensa y revistas especializadas.