En un nuevo capítulo de su historia, el libro en México vive inéditos momentos aciagos. Se cerraron librerías y los ingresos por ventas cayeron hasta 80 por ciento. Por ello, es momento fundamental de apoyar al libro, expone Socorro Venegas Pérez, directora general de Publicaciones y Fomento Editorial (DGPFE) de la UNAM.
A propósito del Día Nacional del Libro, que cumple su edición número 40, la escritora y editora indicó que todos debemos involucrarnos en respaldar a este vehículo de conocimiento.
Da a conocer cómo hacerlo: puede ser con descargas, adquisiciones, “debemos estar pendientes de comprar en librerías de barrio o colonia, o estar atentos de los descuentos que ofertan los centros comerciales y los nuevos lanzamientos editoriales”.
Socorro Venegas fue clara al convocar a sumarse a esta tarea: “hago un llamado a que sigamos comprando libros y apoyando a las librerías, a las editoriales. Detrás de un libro hay una cadena de profesionales que dependen de que la caja de la librería siga funcionando, y la caja funciona en una librería física, pero también en las librerías electrónicas, como nuestra página Libros UNAM”, subrayó.
La UNAM en pie de página
Venegas reconoce que aunque la pandemia significa cancelar o posponer indefinidamente los proyectos editoriales, la UNAM no se ha detenido tampoco en esta materia.
Precisa que continúa con la labor de difusión del libro, de fomento a la lectura, así como de apoyo a nuestros autores, y a nuestra comunidad, académica y estudiantil.
“No se canceló la Fiesta del Libro y la Rosa, trasladamos nuestros proyectos a las pantallas, y mantenemos vivo nuestro catálogo editorial; la Universidad ha estado muy cercana a la cadena del libro y a las necesidades de editores, libreros y autores”, abunda.
Prueba de ello, precisa, son las convocatorias para apoyar al sector, por ejemplo, una específica para realizar coediciones dictaminadas por un consejo editorial de nueve especialistas, con ello se publicarán en conjunto 24 obras.
“Emprendimos también apoyo a revistas independientes, porque la UNAM es también un gran sello editorial, e hicimos una convocatoria para reimprimir aquellos títulos que, por presupuesto, habían dejado de estar en circulación, en el que se involucraron 17 dependencias universitarias”, apunta.
Para visualizar parte de la industria editorial, la DGPFE invita este 12 de noviembre -en ocasión al Día el Libro y al natalicio de Sor Juana Inés de la Cruz (1651)- al coloquio “Renglones Torcidos de la Edición”, abocados a la piratería y delitos informáticos contra la edición, y en búsqueda del respeto a los derechos de autor.
El libro ya no es sólo papel
Para Anel Pérez Martínez, directora de Literatura y Fomento a la Lectura de la UNAM, el libro se ha convertido, junto con otras herramientas culturales, en un absoluto, perfecto y necesario acompañante en esta pandemia, que modificó los modos e insumos de nuestros hábitos culturales.
Sin embargo, hay que identificar su evolución, ya que no estamos hablando solo de un objeto físico, en papel, cocido y con tapas.
“Hay miles de maneras más de leer que no tienen que ver directamente con el libro, hoy día leemos libros, blogs, Twitter, leemos de muchas y muy diversas maneras y sería equivocado considerar que solamente el libro tiene el privilegio y el reconocimiento académico, sino que, por el contrario, tenemos que darnos cuenta del enorme valor que tienen todas las lecturas digitales”, puntualiza.
Hoy en día, destaca Pérez Martínez, no podemos seguir festejando solamente el libro, sino incluir a todos los soportes y las formas que implican el acto de leer.
El libro, deja en claro, es una de las tantas materialidades de la lectura; en realidad, a quien tenemos que festejar es al lector, toda vez que hace posible que el texto viva.
La también funcionaria de la Coordinación de Difusión Cultural (CDC) de esta Universidad, asegura que se incrementaron las descargas de ejemplares en las plataformas de Literatura UNAM.
“Se han triplicado las respuestas de los públicos en nuestras actividades literarias. Particularmente veo una necesidad muy grande de escribir; la escritura ha sido notablemente mayor en estos casos; nuestros talleres son absolutamente solicitados, se han incrementado, y se han fortalecido”.
Hacedores de libros
Samuel Segura está por epilogar un libro más. El resguardo prolongado en su domicilio, ubicado en Ecatepec, le han licenciado la escritura, aun cuando su subsistencia económica esté comprometida.
“Subsistir de la escritura es un sueño que se le realiza solo a unos cuantos”, lamenta el pasante de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM.
Sam, entregado a la actividad cultural, es también baterista de una banda de rock, actividad que le forjó la escritura de su segunda novela Metal, la cual fue ganadora del Premio de Novela Juvenil “Universo de Letras 2018”, certamen convocado por la CDC de la UNAM y el Fondo de Cultura Económica.
Aun con ello, indica, son muchas las barreras que enfrentamos los autores jóvenes, no solo para publicar un libro, sino para cualquier texto. No obstante, el rechazo editorial en la carrera de un escritor es algo muy natural.
En 2012 recibió el Premio Nacional de Novela Corta de Humor, por la obra El sufrimiento de un hombre calvo, convocado por el Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes, lo que hace ver a los concursos literarios “como un impulso para poder publicar”.
Considera que el mundo de las redes sociales digitales y lo virtual, beneficia a muchos escritores y sus trabajos, para alcanzar un público más amplio.
“La gente que no solía ir a ese tipo de cosas ahora está ahí virtualmente, lo vi en una presentación web hace un par de meses donde había un centenar de personas conectadas, situación que tampoco es sencilla cuando es presencial. Esto cuando vas iniciando es favorable para acercar tu trabajo a un público mucho más numeroso”.
El joven escritor insiste: sin productos como libros, discos y películas, la pandemia sería imposible de sobrellevar; son cosas esenciales; además de la comida, que “es el alimento del alma”.
Repositorios
Cabe recordar que de acuerdo con la Dirección General de Bibliotecas, durante 2019 estos recintos universitarios registraron la asistencia de 13 millones 70 mil 226 usuarios.
En cuanto a referencias bibliográficas se cuenta con un millón 787 mil 294 títulos, y siete millones 126 mil 584 volúmenes, de los cuales aproximadamente 451 mil 740 son libros electrónicos, los cuales se encuentran disponibles en el SIBIUNAM.