La Universidad Nacional Autónoma de México y la Secretaría de Cultura del Gobierno de México entregaron el Premio Internacional Carlos Fuentes a la creación literaria en el idioma español 2024, al poeta, ensayista y narrador español, Luis García Montero.
Es un privilegio honrar a García Montero, un poeta, crítico, ensayista, pensador y catedrático que conecta con la resonancia emocional y la agudeza intelectual que caracterizaron a Carlos Fuentes. Al igual que él, es un traductor y constructor de puentes entre culturas, cuyo estilo renueva la visión de quien lo lee, afirmó el rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas.
El premiado, al recontextualizar a la literatura como una herramienta poderosa para explorar, nos invita a examinar nuestras certezas y a repensar un porvenir más justo e inclusivo. Las letras, además de describir la realidad y hacerla transitable, también pueden transformarla, apuntó.
En el acto efectuado en la sala Manuel M. Ponce, del Palacio de Bellas Artes, el rector señaló: esta celebración trasciende lo ordinario; es un homenaje al inagotable poder de las palabras y al espíritu indómito de la literatura.
Este premio, portador del nombre de uno de los intelectuales más influyentes de nuestra época, apela a las y los escritores que, como Carlos Fuentes, han ejercido una labor constante de indagación y narrativa del ser humano en su contexto histórico y cultural. Sus esfuerzos creativos expanden nuestra comprensión de múltiples procesos, desafiando percepciones anquilosadas y enriqueciendo nuestro panorama, manifestó Lomelí Vanegas.
Hoy, mientras rendimos honores a estas excepcionales contribuciones, continuó, también reafirmamos nuestra responsabilidad institucional para apoyar el florecimiento de todos los lenguajes artísticos, pues son espejos de nuestra sociedad y faros que guían hacia el entendimiento y la empatía.
Asimismo, dijo que la Universidad tiene la misión de colaborar para satisfacer la necesidad de que todas las voces, especialmente la de la juventud, sean escuchadas, valoradas y tomadas en cuenta para diseñar soluciones inclusivas y sostenibles que resuelvan las problemáticas intergeneracionales más complejas.
“El objetivo es conjurar la preocupación que expresara Carlos Fuentes, y que bien recupera nuestro galardonado: no queremos un presente ni un futuro sin testigos. Sirva esta convergencia para reafirmar el cumplimiento de nuestra obligación compartida con la educación y la cultura, mediante el apoyo continuo a la producción literaria y al pensamiento crítico, mantos que protegen y emancipan a nuestras sociedades”, enfatizó el rector.
Al hacer uso de la palabra, la subsecretaria de Desarrollo Cultural de la Secretaría de Cultura, Marina Núñez Bespalova, refirió que el Premio ha sido posible gracias al tesón de Silvia Lemus, viuda de Carlos Fuentes, quien ha estado atenta a guardar su memoria. “Las instituciones nos hemos sumado para que sea posible”. La idea es reconocer a quien lo obtiene, pero también recordar a quien le da nombre: Carlos Fuentes, uno de los pilares de la cultura mexicana y universal.
También han sido distinguidos con este galardón: Mario Vargas Llosa, Perú; Sergio Ramírez, Nicaragua; Eduardo Lizalde, México; Luis Goytisolo, España; Luisa Valenzuela, Argentina; Diamela Eltit, Chile; y las mexicanas Margo Glantz y Elena Poniatowska.
Hoy se integra a ese grupo “un poeta que, como los grandes, moldea el tiempo en cada verso para hacerlo corazón y presente, para hacerlo materia de vida, de uno y siempre, constante y abrazador”, comentó la funcionaria.
En tanto, García Montero (Granada, España, 1958), también director del Instituto Cervantes y quien dedicó el Premio a la periodista y escritora Cristina Pacheco, lo calificó como una de las distinciones más altas de la cultura mexicana. “México, a través de la poesía y la amistad con personas de distintas generaciones, forma parte de mi sentido de pertenencia”.
Carlos Fuentes, externó, alimentó mi vocación literaria gracias a la lectura de narraciones como La región más transparente. Me enseñó a comprender las relaciones entre España y México, y que el Atlántico es un puente y no un abismo.
Entiendo que es, sobre todo, un reconocimiento a la poesía, a esta forma literaria de ser testigos del mundo, desde la propia intimidad humana. “Sentirme dueño de palabras como libertad, igualdad, justicia y fraternidad, palabras que son mías porque son de todos, resulta inseparable de mi vocación poética y de mi voluntad de lector”, acotó.
A su vez, Silvia Lemus, periodista y viuda de Carlos Fuentes, manifestó que el fallecido escritor era un gran personaje y “estaba enamorado de la literatura”. Con esta edición del Premio que lleva su nombre, nuevamente se unen España y México.
El escritor Élmer Mendoza resaltó, a nombre del jurado, que la poesía de García Montero es un legado que llevó a todos a un viaje infinito hacia sí mismos. “Eres un poeta inquietante que tiene claro que en nuestro arte no se puede ser tímido”. En una llamada te dijimos: “García, la poesía es inútil, sólo sirve para cortarle la cabeza a un rey o para seducir a una muchacha, y desde luego para rayar el agua con un sueño”.
El jurado estuvo integrado por Elena Poniatowska, Rosa Montero, Beatriz Espejo, Fernando Fernández Figueroa y Elmer Mendoza, acompañados por representantes de la UNAM y de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México. Se designó como ganador, por mayoría, a García Montero, quien recibió la última escultura que hizo Vicente Rojo para el premio.
Asistieron al acto: Rosa Beltrán Álvarez, coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM; Juan Duarte Cuadrado, embajador de España en México; Lucina Jiménez López, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura; integrantes del jurado, comunidad cultural y amigos de Luis García Montero, entre otros.