Científicos mexicanos, encabezados por Enrique Galindo y Leobardo Serrano, del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM, lograron desarrollar y poner en el mercado el primer biofungicida elaborado completamente en México.
Se trata de “Fungifree AB”, con registros de efectividad para el control de cuatro enfermedades ocasionadas por hongos en 20 diferentes cultivos, y los universitarios ya comenzaron con los trámites para exportarlo a otros mercados. “En dos años podremos tener los registros en otras naciones”, anunció Galindo, doctor en biotecnología.
“Fungifree AB es su primer producto, pero pretenden que no sea el único, por lo que ya cuentan con tres prototipos en proceso a nivel de pruebas de campo para nuevos agentes de control biológico y tratamiento de otras enfermedades. “Los lanzaremos al mercado una vez que pasen los registros; posiblemente en un año tendremos otras manufacturas además de Fungifree”.
Galindo, director ejecutivo de la empresa Agro&Biotecnia, comentó que se trata de una PyME ejecutada por científicos universitarios, y es muestra de que los investigadores pueden conceder a la sociedad el producto que derive de su conocimiento para solucionar problema de antracnosis, enfermedad que genera manchas negras en los frutos y acelera su descomposición.
“Nuestra empresa es de base tecnológica, fundada como una Sociedad de Recursos Limitados Microindustriales, en 2008. Muestra cómo la investigación científica, la generación de conocimiento y la formación de recursos humanos de alto nivel es un esfuerzo de vinculación de varios años de trabajo y visión, que pudo concretarse en la generación de un producto”.
Fungifree, un caso exitoso
El también secretario de vinculación del IBt explicó que Fungifree AB es un biofungicida formulado con esporas viables de la bacteria Bacillus sp. cepa 83, con una concentración de ingrediente activo de uno por ciento. Es un producto de alta tecnología, desarrollado en el país por instituciones de investigación de alto nivel científico y tecnológico, que posee el certificado OMRI (Organic materials review institute) que permite su uso en agricultura orgánica.
El Premio Nacional de Ciencias y Artes en la categoría de Innovación, Tecnología y Diseño 2015, precisó que al emplear este producto hay garantía de estar aplicando una bacteria viva única en su tipo, que es un potente antagonista de hongos fitopatógenos, con alta eficacia en la prevención y control de las enfermedades.
Fungifree son esporas con diferentes compuestos que germinan y producen células vegetativas, que producen estos antibióticos. El producto puede prevenir la incidencia y la severidad de antracnosis en mango, papaya, cítricos y aguacate; de cenicillas polvorienta en hortalizas de las familias de las solanáceas y las cucurbitáceas.
Así como moho gris y cenicilla polvorienta en las frutillas o berries, tanto en campo abierto como en agricultura protegida. Todo está respaldado por entidades gubernamentales (Sagarpa y Cofepris), que han otorgado registros que autorizan su uso contra especies de ocho hongos fitopatógenos en 23 cultivos.
“Nuestra fortaleza es la base tecnológica. Este producto mejora la calidad de los frutos, no la cantidad, porque evita la enfermedad. Podemos ingresar a mercados más exigentes porque son inocuos y sanos”.
Actualmente, este producto tiene autorización para ser utilizado en tres diferentes enfermedades ocasionadas por hongos, y en cerca de 22 diferentes cultivos, concluyó Galindo.