Robert Schumann necesito tan sólo de cuatro días para escribir la épica Kreisleriana op. 16 en abril de 1838. La partitura está dedicada a Chopin, sin embargo, como muchas de sus composiciones, Kreisleriana realmente es un testimonio de su amor por Clara Wieck.
Schumann dijo sobre Kreisleriana que “el título es comprensible sólo para los alemanes. Kreisler es una figura creada por E.T.A. Hoffmann… un Kapellmeister excéntrico, salvaje e inteligente”. La pieza tiene todas esas cualidades, pero es también, en ocasiones, una música tierna y apasionada.
La primera fantasía se titula “Ausserst bewegt” que se traduce como “Extremadamente movido”. Se trata de un Molto agitato que comienza con una salvaje sección en la tonalidad de re menor. Pronto hay una transición hacia una música lírica en si bemol mayor. El movimiento concluye con el retorno del material inicial.
Luego sigue “Sehr innig und nicht zu rasch” (muy íntimo y no demasiado rápido). Comienza con una sección lenta y reflexiva en si bemol mayor. Esta conduce a un intermezzo en sol menor, seguido de un retorno a la sección rápida de apertura.
Después de la recapitulación de la sección inicial, otro intermezzo en sol menor aparece esta vez con un carácter más apasionado. El intermezzo se traslada hacia un oscuro cromatismo que encuentra su camino hacia la última instancia del tema principal.
“Die aufgereg” (agitado) contiene otra lírica sección intermedia flanqueada por dos secciones rápidas que son muy similares a las del primer movimiento.
“Sehr langsam” (muy lentamente) es quizá el movimiento más poético de los ocho. Se establece un ambiente amoroso, tranquilo y reflexivo.
“Sehr lebhaft” (muy animado) consta de dos tríos en sol menor y en medida ternaria. En este scherzo, el primer trío es caprichoso y alegre, mientras que en el segundo se construye un poderoso clímax.
Sigue después otro “Sehr langsam”. Un movimiento esencial de la Kreisleriana que comienza con otra dulce melodía en si bemol mayor, hasta transformarse en un fogoso do menor y luego de regreso a la tonalidad inicial.
El más intenso de la serie, “Sehr rasch” (muy rápido) viene a continuación. El movimiento presenta un febril fugato que finalmente encuentra una calmada conclusión.
La serie concluye con “Schnell und spielend” (rápido y juguetón). La mano derecha vuela con una alegre melodía mientras la mano izquierda acompaña con octavas lentas a contratiempo. La obra concluye en un final ligeramente incierto con un descenso lento y tranquilo hacia la región grave del teclado.
Como la doble personalidad de Kreisler, Kreisleriana de Schumann parece estar compuesta de personalidades alternas. A veces es salvaje, excéntrica y hábil como Schumann describió al personaje de E.T.A Hoffmann.
Sin embargo, la obra es igualmente sensible y romántica. Kreisleriana se ha consolidado como una de las verdaderas obras maestras del pianismo del s.XIX gracias a la abundancia de recursos ingeniosos en la escritura pianística y a la deslumbrante belleza de sus momentos líricos.