La coordinadora de Humanidades de la UNAM, Guadalupe Valencia García, manifestó que el tema resultó atrayente para los interesados en los vínculos interdisciplinarios entre ciencias, humanidades y artes, así como para quienes se preocupan por el cambio climático global, la huella de carbono y la incidencia humana generalizada en la llamada era del Antropoceno.
El encuentro resultó imprescindible para establecer diálogos sobre ese concepto reciente y sus aspectos circundantes, además de proveernos de nuevas herramientas para estudios futuros de un tema que nos relaciona a todos, puntualizó.
El Coloquio incluyó la muestra también llamada STRATUM, de la autoría de Luis Carrera-Maul, con la curaduría de Peter Krieger, integrante del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE), se alberga en el Museo Universitario de Ciencias y Arte (MUCA), que cedió su espacio a fin de contribuir a un proyecto de intervención estética y a la experimentación e investigación mediante la conjunción de materiales antagónicos.
Mediante innovadoras propuestas artístico-científicas, como la instalación STRATUM, podemos apreciar cómo la vida natural sin intervención humana directa se sobrepone y coloca sus bio-cimientos en materiales que parecen imposibles, como el unicel o la cerámica. Estos objetos son clave para encontrar los elementos de una bio-estética como la que propone el artista.
Valencia García señaló que la labor de investigación no está completa sin el análisis de especialistas que confronten teorías con resultados. De ahí la importancia de este Coloquio.
Al hacer uso de la palabra, el director de la Facultad de Arquitectura, Juan Ignacio del Cueto, consideró que esa muestra tiene el enfoque didáctico y académico de generar actividades, como este Coloquio que contó con un programa atractivo.
Participaron, entre otros expertos: Carles Canet, del Instituto de Geofísica, quien se refirió a los paisajes geológicos y su importancia en la apreciación de las ciencias de la Tierra; José Luis Mateos, del Instituto de Física, abordó las ciencias de la complejidad y el arte; el artista George Steinmann, desde Berna, Suiza, expuso el tema Aesthetics of the Anthropocene.
En tanto, Angélica Velázquez Guadarrama, directora del IIE, destacó la intervención de especialistas en historia del arte, geofísica, edafología y ciencias de la complejidad, así como la realización de un concierto de Julio Estrada, también integrante de la entidad a su cargo.
Mauricio de Jesús Juárez Servín, director de la Facultad de Artes y Diseño, sostuvo que es importante reconocer los procesos creativos, es decir, lo que hace el artista, cómo concibe la producción de una obra, lo que investiga para producirla y lo que implica (materiales, códigos, etcétera).
Debemos aprender a transitar de un área de conocimiento a otra, técnicas, estrategias, materiales, porque nos ayudará a ser mejores investigadores, alumnos y personas, y en consecuencia, a tener un mejor planeta, opinó.
La geo-estética, puntualizó, es una nueva línea de investigación establecida por Peter Krieger, del IIE, quien explicó que la estética no es la cosmética ni la definición normativa de lo bello, sino cognición sensorial. “Investigamos el impacto discursivo de la imagen”.
El tema del Coloquio y de la instalación es la estética del Antropoceno, una categoría no oficial de la geología, donde el ser humano aparece como una fuerza geológica. STRATUM es una intervención geo-estética “y sorprende un poco esta combinación”.
La geología y la estética tienen raíces conceptuales y disciplinarias comunes en el siglo XIX; ambas son históricas, describen sus objetos y los clasifican. En el caso de la geomorfología, a partir del objeto, realizan la interpretación sobre la historia de la Tierra y del arte, con base en las capacidades culturales del ser humano.
El naturalista, humanista y explorador Alexander von Humboldt (1769-1859), expuso, es más actual que nunca con su concepto de relacionar investigaciones científicas con mediciones y la comprensión estética del paisaje.