La UNAM participará en el desarrollo de un observatorio de rayos gamma, que permitirá examinar el centro de nuestra galaxia, donde se encuentra un hoyo negro de cuatro millones de masas solares.
Mediante una colaboración internacional que conjunta a 36 instituciones de nueve países, entre ellos varios grupos de investigación mexicanos y de la Universidad Nacional, el proyecto se construirá en Los Andes, a una altitud de cuatro mil 600 metros sobre el nivel de mar.
La contribución de México en el proyecto SWGO (Southern Wide field-of-view Gamma ray Observatory) es a través de un consorcio de instituciones representadas por el Instituto de Física (IF) de la UNAM, explicó Andrés Sandoval, investigador de la entidad universitaria.
El también portavoz de la colaboración HAWC y representante del consorcio de instituciones mexicanas que participan en SWGO afirmó que “esta colaboración se encargará de desarrollar los prototipos de los detectores que serán necesarios para el nuevo observatorio, también optimizará el diseño del arreglo y permitirá escoger el mejor sitio para construirlo”.
El campo de visión del nuevo observatorio será amplio y cubrirá el hemisferio sur. Complementará al observatorio HAWC de rayos gamma (fenómenos explosivos muy energéticos y de corta duración que ocurren en el Universo), situado en el volcán Sierra Negra, en Puebla, el cual capta señales desde el hemisferio norte del planeta.
Proyecto SWGO
Los países fundadores del proyecto SWGO son Alemania, Argentina, Brasil, Italia, México, Portugal, Reino Unido, República Checa y Estados Unidos. El proyecto unifica a una comunidad internacional dedicada a este campo.
Andrés Sandoval expuso que después de esta primera etapa de planeación y desarrollo, que durará un máximo de tres años, se planea instalar el nuevo observatorio a una altitud mayor a los cuatro mil 600 metros sobre el nivel del mar.
Su posición en el hemisferio sur hará factible ver directamente una de las regiones más interesantes de nuestra galaxia. “Hacer observaciones con un instrumento de amplio campo de visión es ideal para estudiar fuentes variables en el tiempo y para buscar regiones extendidas de emisión como las llamadas Burbujas de Fermi alrededor del centro galáctico, o señales de la aniquilación de la materia oscura, así como fenómenos inesperados”, detalló.
Partículas de luz muy energéticas
El instrumento permitirá investigar algunas de las interrogantes más apremiantes sobre el Universo. Observará rayos gamma, que son fotones o partículas de luz billones de veces más energéticos que la luz visible.
Éstos permiten explorar la frontera de la física buscando partículas de materia oscura y posibles desviaciones de la teoría general de la relatividad de Einstein.
Para Sandoval y el grupo de investigadores de México, con un observatorio de la siguiente generación y con mayor sensibilidad en la Cordillera de los Andes se podrá mirar continuamente toda la bóveda celeste en rayos gamma de la más alta energía.
El nuevo observatorio detectará las partículas a nivel del suelo, como lo hace HAWC; para hacerlo 10 veces más sensitivo, la colaboración desarrollará un nuevo concepto de detectores y diseñará una electrónica de procesamiento de señales más sofisticada. La meta es que sea el más poderoso, que esté en el mejor sitio y al menor costo.
Consorcio mexicano
Al consorcio de instituciones representadas por el Instituto de Física de la UNAM pertenecen, por parte de esta casa de estudios, además del IF los institutos de Astronomía (IA), Ciencias Nucleares (ICN) y Geofísica (IGf).
También, el Centro de Investigación en Computación del Instituto Politécnico Nacional; la Facultad de Ciencias de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla; el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica de CONACYT; la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.
Además, el Departamento de Física y de Ciencias Naturales y Exactas de la Universidad de Guadalajara; el Instituto de Física y Matemáticas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo; la Facultad de Ciencias en Física y Matemáticas de la Universidad Autónoma de Chiapas, y la Universidad Politécnica de Pachuca.