El telescopio Hubble, uno de los más famosos, será reemplazado por el James Webb Space Telescope (JWST por sus siglas en inglés), el cual será enviado al espacio en 2021, informó Alejandro Cristian Raga Rasmussen, del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM.
Al ofrecer la charla “El telescopio espacial Hubble: Su impacto en la formación estelar y en una generación de astrónomos”, el experto recordó parte de la historia de este legendario instrumento que en 2021 podría ser regresado a la Tierra definitivamente.
El JWST representa un reto en ingeniería, pues será colocado en una órbita difícil de alcanzar en caso de que el equipo llegue a presentar problemas, comentó Raga Rasmussen.
Mide 6.5 metros de diámetro, cuenta con equipos modernos que se espera alcancen nuevos récords en la observación del Universo, además de un espejo principal que deberá ensamblarse de forma automática al encontrarse a 1.5 millones de kilómetros de la Tierra.
Recordó que la polémica con el Hubble se suscitó debido a defectos en la fabricación de uno de sus espejos, que provocó el hecho de que luego de su lanzamiento las imágenes no tuvieran la calidad esperada, por lo cual fue necesario diseñar y enviar al espacio varias misiones de astronautas con una cámara capaz de corregir el problema y numerosos viajes para su reparación.
Ahora, el reto con el JWST es que si cualquiera de los sistemas falla no habrá forma de enviar una misión de astronautas para repararlo, como ocurrió con el Hubble, detalló el investigador.
“Se tendrá que abrir solo y no se podrá enviar nada para ayudarlo, así que da miedo. Se han hecho gran cantidad de pruebas, ahora sí, de la apertura, la óptica. Ojalá que ande”, enfatizó.
Legado en imágenes
Reconocido por enviar imágenes de galaxias, estrellas moribundas y nacientes, el telescopio espacial Hubble representó un antes y un después en la astronomía, pues permitió corroborar y descartar varias teorías sobre el Universo.
El ganador del Premio Universidad Nacional 2010 recordó que la inversión ascendió a más de 10 mil millones de dólares, mientras que equipos en tierra como ALMA (A Large Millimeter/submillimeter Array) su construcción alcanzó los mil 400 millones de dólares.
“El Hubble fue, en gran parte, el pionero en el crecimiento del presupuesto; si realmente valió la pena la inversión es muy difícil decir. Probablemente con menores inversiones aplicadas a instrumentos menos caros se hubiera logrado más, pero así es la historia. El hecho es que el telescopio ha sido súper útil en los últimos 10 años”, comentó el experto.
El investigador del ICN destacó que si bien originalmente su despegue sería en 1983, diversos inconvenientes ocasionaron que, inclusive, se considerara enviarlo en el Challenger en 1986, pero nuevos problemas surgieron y se reprogramó su lanzamiento hasta 1990.