El Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM debe elaborar su estrategia de crecimiento para los próximos 10 años, en la cual se consideran nuevas líneas de investigación, cuáles de las existentes deben fortalecerse y cómo debe desarrollarse el Observatorio Astronómico Nacional San Pedro Mártir (OAN-SPM), es decir, qué tipo de telescopios se aspira tener.
Así lo afirmó el nuevo director del Instituto, Yair Emmanuel Krongold Herrera, al delinear su plan de trabajo correspondiente al periodo 2024-2028. Para ello, se realizará un taller de planeación estratégica con la comunidad del IA, a fin de analizar sus aspectos técnico y científico, la manera en que desean tomar las decisiones, las líneas de investigación a potenciar tanto en astronomía como de desarrollo instrumental y tecnológico.
Se debe plantear el progreso a corto, mediano y largo plazos donde se tracen directrices de las investigaciones que queremos llevar a cabo, por ejemplo la astronomía de ondas gravitacionales, que es un campo nuevo y en el que hemos incursionado poco.
“Si queremos hacerlo, debemos planearlo y tener una estrategia de crecimiento”. Esta definición será secundada de una política de nuevas contrataciones en dichas áreas, detalló.
Respecto a la mejora del OAN-SPM comentó que se tiene un proyecto para construir un telescopio de 6.5 metros y que podría realizarse a partir de asociaciones con instituciones extranjeras, por ejemplo de Estados Unidos.
Actualmente hay un planteamiento para asociarse con universidades de la Unión Americana y con dos telescopios de esa nación, por lo cual podría establecerse un consorcio de estos instrumentos binacionales dedicado a planes específicos y de interés común para ambos países.
De igual forma, en el Observatorio Astronómico Nacional San Pedro Mártir se podrían instalar de ondas de radio o que permitan hacer astronomía milimétrica, agregó.
El doctor en Ciencias destacó que el IA participa en el Event Horizon Telescope, que el año pasado cobró fama por tomar la imagen de un agujero negro. Con la nueva generación de telescopios en el OAN-SPM se esperaría contar con equipos más poderosos que permitieran ver con más detalle estos fenómenos.
También, dijo Krongold Herrera, se continuará con planes institucionales como el Telescopio Colibrí, de 1.3 metros, que se espera culminar en los siguientes meses.
“Somos parte de un catastro del cielo muy amplio llamado Sloan Digital Sky Survey, que está en su fase cinco y tendrá una sexta, en la que debemos insertarnos y eso debe ser parte del Plan de Desarrollo”, insistió.
El IA, abundó, también participa en el Gran Telescopio Canarias, el aparato óptico más grande del mundo; actualmente está en renovación el acuerdo que se tiene con el Instituto de Astrofísica de Canarias que les permite usar el cinco por ciento de esta infraestructura.
Krongold Herrera apuntó que gracias al cómputo de alto rendimiento creado por el Instituto será posible su participación en el Observatorio Vera C. Rubin, de Chile, que realizará un catastro grande de objetos celestes.
Tenemos el Laboratorio de Modelos y Datos, junto con el Instituto de Ciencias Nucleares, el Instituto de Química y la Dirección General de Cómputo y Tecnologías de la Información y Comunicación. Un proyecto importante es expandirlo, en particular la velocidad de transmisión de datos, que es la más alta del país, de 10 GB por segundo, pero para todas estas propuestas nuestro objetivo es ampliar a 100 GB por segundo, puntualizó.
Otra tarea, manifestó el director, es realizar la modernización administrativa, lo cual implica elaborar un nuevo reglamento y modificar la manera en que se toman las decisiones. “Una parte de la astronomía ya no se hace por grupos chicos, sino a través de grandes colaboraciones y nuestra estructura no está actualizada a este tipo de situaciones”.
Respecto a la formación de recursos humanos, planteó el crecimiento de los posgrados en que participa el Instituto de Astronomía y en los cuales se prepare a los egresados para la investigación y la academia, y también que se inserten en otros sectores como el cómputo de alto rendimiento, que se dediquen al desarrollo de instrumentación y tecnología.
Otra meta fundamental es continuar con las actividades de divulgación del conocimiento científico. La astronomía es el punto de encuentro de numerosos jóvenes con la ciencia. Quizá no se van a dedicar a ella o a la física, pero es importante que vean de qué se trata y formen pensamiento analítico, precisó.
A través de la Unidad de Comunicación y Cultura Científica también se buscará impactar a los medios masivos y que sus contenidos lleguen a amplios sectores de la población, en especial a los más marginados.
De igual manera, llevar información a los tomadores de decisiones, tanto del sector público como del privado, a fin de que participen en el progreso científico y tecnológico de México.