Los estudios bibliotecológicos, que son aquellos que incluyen aspectos como la organización, conservación, descripción y la clasificación de la información contenida en diferentes soportes documentales, los flujos de información en las organizaciones y el estudio de las instituciones en donde esta se alberga, son necesarios porque la sociedad requiere de profesionales que hagan accesible la información para los diferentes ciudadanos que la necesitan.
El doctor Juan José Calva González, del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información (IIBI) de la UNAM, ha enfocado su investigación en los usuarios de la información (por ocupaciones, por edades o disciplinas conformados en comunidades especificas), así como en sus necesidades informativas, que pueden ser definidas como “la carencia de conocimiento e información sobre un fenómeno, objeto, acontecimiento, acción o hecho que tiene una persona, razón por lo cual se coloca en un estado de insatisfacción que lo motiva a presentar un comportamiento para buscar la satisfacción de esas necesidades”.
El investigador, integrante de la Academia Mexicana de Ciencias, señaló que los estudios de usuarios son una parte esencial de la investigación bibliotecológica, ya que la información se organiza y conserva en algún soporte con el fin de que sea utilizada por el usuario.
De ahí, continuó, que realizar estudios de usuarios puede permitir delinear los perfiles de comunidades sociales para satisfacer sus necesidades de información. También “establecer o diseñar un marco teórico que lleve a la formación de modelos que expliquen, y en algún momento puedan predecir, el comportamiento informativo en la búsqueda de información de determinadas comunidades de usuarios”.
Para investigar a los usuarios, sus necesidades de información y su comportamiento informativo, el doctor en ciencias de la información por la Universidad Complutense de Madrid, España, emplea tanto un acercamiento directo como uno indirecto, en el primero acude a las comunidades y en el segundo las estudia a través de los rastros que dejan cuando usan la información o cuando la buscan.
“Entonces, podemos utilizar metodologías cuantitativas, cualitativas y una complementación de ambas. Lo relevante es que cuando estudiamos diversas comunidades nos damos cuenta que no son iguales, tienen diferentes necesidades de información y diferentes comportamientos”, explicó Calva González.
Con el trabajo que el miembro de la Asociación Mexicana de Bibliotecarios, A.C. ha realizado, se ha podido identificar que existen algunas causas que llevan a los usuarios a enfrentar una carencia o una necesidad de información, una de ellas es que desconocen cómo y en dónde buscarla.