*Como indígena de izquierda voté en contra de una reforma perversa
Voté en contra de la reforma al Artículo Quinto Transitorio del decreto que reforma diversas disposiciones de la Constitución en materia de Guardia Nacional, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 26 de marzo de 2019.
Como indígena de izquierda y bajo los principios del Movimiento de Regeneración Nacional voté en contra de esta reforma perversa. Estoy en contra de los vicios del viejo régimen, por lo tanto, no apoyo una iniciativa envenenada que viene del PRI.
El diputado Alejandro Moreno Cárdenas, como presidente nacional del PRI, a cambio de impunidad está abriendo la puerta a un Estado de sitio de 10 años con la indebida y excesiva militarización que traspasaría este sexenio.
Mi voto fue en contra porque no puedo estar con la militarización en México, a cambio de impunidad. No a la militarización a cambio de impunidad que pretende a ‘Alito’. Sólo realizaré una pregunta al Ejecutivo Federal desde la casa del pueblo: ¿acaso también se cambió de opinión con relación al combate a la corrupción; hay moneda de cambio por legislar en pro de la militarización?
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) no le bastó con que se le dieran atribuciones excesivas y poderes supra constitucionales para tener el control tanto de la seguridad interior como de la seguridad exterior de México, militarizando la Guardia Nacional y con esto contraviniendo el artículo 21 constitucional. ¿Acaso no le fue suficiente?
La Sedena ahora tuvo la oportunidad de dar ‘el chantaje’ con el diputado Alito y acordaron promover esta reforma extrasexenal, que pasa el estado de sitio o excepción de cinco años, planteados inicialmente, con término para el 2024, se pasará a un incremento de excepción de 10 años en el transitorio, para tener un término al 2029, en el que se permitirá la utilización discrecional del Ejército para labores policíacas, y esto es la militarización llevada al extremo de la Constitución.