*La seguridad se convierte en peligrosa crisis nacional
Remediar la violencia en México requiere estrategia multidimensional, pues los problemas de seguridad pública se están convirtiendo en crisis de seguridad nacional.
No es normal lo que sucede y menos que nos empecemos a acostumbrar.
Este panorama puede empeorar; con el rumbo que llevamos se puede llegar un día a tener un estado dominado por el crimen organizado.
Se oculta la verdad de las cifras de homicidios que no corresponden a lo que está sucediendo.
Disminuir la violencia en el país sí es posible, hay lugares que lo han registrado y en otros ha vuelto a aumentar.
En los últimos 10 días Aguascalientes, Yucatán, Querétaro y Coahuila tuvieron cero homicidios.
Destaco Coahuila, porque en mi momento como gobernador, se aplicaron varias estrategias, entre ellas disminuir la pobreza para evitar delincuencia y generar empleos donde alcanzaron la cifra de 187 mil.
Planteamos soluciones como llegar al extremo de tener policías élite, para enfrentar hechos como el ocurrido recientemente en Coyuca de Benítez, Guerrero, donde mataron a 13 policías municipales. Por ello se necesitan policías municipales certificadas con recursos.
El problema que hoy tenemos es que los problemas de seguridad pública se están convirtiendo en problemas de seguridad nacional.
El responsable de la paz es el Estado mexicano, pero los gobernadores lo pueden mejorar en colaboración con el Gobierno Federal.
Actualmente se han catalogado cuatro tipos de gobernadores: el que lucha contra el narcotráfico, el que deja pasar las cosas y no participa de ellas en la actuación del crimen organizado, el que permite que se colabore con el crimen, porque sabe que alguna policía está cooperando, y el último, el que colabora, porque no pueden pasar algunas cosas en su territorio si no hay una participación en eso.
Por ello se tiene que actuar y la sociedad debe tomar conciencia que eso no está bien.
Se requiere un gran acuerdo nacional para evitar que el crimen entre a Palacio Nacional con un candidato.
Otra preocupación es la abdicación del Congreso en sus funciones en este tema, pues asoma la amenaza del narco en los procesos electorales del próximo año y la crisis que se va a vivir en la Guardia Nacional.