El año pasado la corte de los Estados Unidos determinó que el aborto no es un derecho constitucional, dejando dicha decisión en manos de la legislación de cada estado. Desde entonces varios estados del vecino del norte han prohibido el aborto en sus leyes locales, tales como Texas, Georgia, Luisiana, Indiana y Misuri.
Sin embargo esto no ha limitado a empresas y actores políticos que buscan seguir promoviendo la agenda abortista a toda costa, incluso ahora han comenzado a utilizar las leyes abortistas de México a su favor.
De acuerdo con cálculos de la revista Mother Jones, las mujeres estadounidenses que buscan abortar, invierten alrededor de $700 dólares en “turismo de aborto”, haciendo un viaje a Cancún para practicarse un aborto. Este presupuesto toma en cuenta boletos de avión viaje redondo, la renta de un auto, hospedaje en un hotel y los $350 dólares que cuesta realizarse un aborto en la clínica Servicios de Salud Reproductiva MSI Cancún (MSI Reproductive Health Services).
Ahora buscan convertir a Cancún en la capital del turismo de aborto, pues El 23 de noviembre se, la organización internacional de salud sexual Servicios de Salud Reproductiva MSI, abrió las puertas de su primer centro de salud reproductiva en Cancún, por lo cual una mujer norteamericana podrá agilizar su aborto en nuestro país.
Quintana Roo es uno de los estados que ha legalizado el aborto y ahora, no conforme con acabar con la vida de miles de niños mexicanos por nacer, busca abrir las puertas al mundo para terminar con la vida de inocentes a nivel internacional, pues mientras en algunos países se da marcha atrás a las leyes abortistas, Mexico se encuentra en el auge de las políticas anti natalistas de la cultura de la muerte.
Por ello pedimos a la gobernadora Mara Lezama y a Ana Patricia Peralta, presidente municipal de Benito Juárez (Municipio donde se encuentra Cancún), que no conviertan a Cancún en la capital Pro Aborto. México y en especial Quintana Roo, tienen una gran riqueza cultural, turística y natural para ofrecer al mundo, no ofrezcamos la muerte de sus hijos.