*Corcholatas vemos, Monreal no sabemos

Tal vez una de las “corcholatas” más testarudas sea Ricardo Monreal Ávila, quien lejos de ver la cruda realidad de que no tiene ninguna posibilidad para ganar la elección interna del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) para la candidatura presidencial, mantiene la esperanza de que tal vez “sea chicle y pegue”, por esos azares del destino, tal como le acaba de suceder a Xóchitl Gálvez, que sin deberla ni temerla, casi casi le pega al gordo de la lotería.

Monreal, con su muy afectado y estudiado hablar, quiere mostrar una imagen coherente, tranquila, conciliadora, respetuosa y todo lo que se le pueda ocurrir, para obtener la simpatía de la ciudadanía y con ello lograr su voto, pero, sobre todo, el voto de los militantes de Morena.

Como las otras corcholatas, Ricardito tiene su historia, pero también una larga cola que le pisen, aunque aparente ser una persona honorable.

En 1975 comenzó militando en las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y tuvieron que pasar 10 años para que fuera primer regidor en Fresnillo, Zacatecas, de donde es originario. Tres años después, de 1988 a 1991, fue electo como diputado federal y de 1991 a 1997 fue por primera vez senador de la República.

Ese mismo año saltó a la curul de diputado federal y un año después solicitó licencia a su cargo después de ser invitado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a contender por la gubernatura de Zacatecas, la que ganó y ocupó hasta 2004. Una vez que concluyó su periodo como gobernador, se sumó al movimiento que apoyaba a AMLO en su primera postulación como candidato presidencial.

Una vez que el segundo perdió la elección, Monreal lo acompañó en el plantón de Paseo de la Reforma (que afectó a muchos negocios y familias que dependían de los mismos) y en las protestas de cientos de miles de personas indignadas por el llamado "fraude electoral", fraude que no se cansa de repetir cada que puede el actual presidente de la república.

Para no perder la costumbre y seguir viviendo del erario, Monreal llegó al senado de la República por segunda ocasión (2006-2012), como parte de la bancada del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

En 2008, tras su salida del PRD, fue nombrado Coordinador del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo (PT), pero justo un año después, en enero de 2009, en una planta deshidratadora de chiles, propiedad de Cándido y David Monreal, hermanos de Ricardo y como copropietaria su hija María de Jesús Monreal Pérez, el Ejército decomisó la irrisoria cantidad de 14.5 toneladas de mariguana.

Dando patadas de ahogado, esta bonita familia acusó a la entonces gobernadora de Zacatecas, Amalia García, de haber puesto droga en esa planta, lo cual la ex mandataria negó. Seguramente el senador con licencia tuvo que rezar “San Isidro Labrador, quita la droga y pon el sol”, porque la conclusión fue que dicha droga fue sembrada. “Señor, líbranos de todo mal”.

En 2012, Monreal Ávila fue designado coordinador general de la campaña presidencial de AMLO, pero como éste último perdió nuevamente, Richi se convierte en diputado federal por Movimiento Ciudadano (MC) de 2012 a 2015.

Sin embargo, en abril de 2013 alguien lo quería matar, y no precisamente de risa, para ese entonces ya había conseguido diputaciones locales y federales y senadurías a sus hermanos y hermanas, además de dos periodos al frente del ayuntamiento de Fresnillo para familiares, con lo que creó algo más que un descarado cacicazgo en Zacatecas.

Dos gatilleros fueron contratados para mandarlo a él y a sus hermanos, al otro mundo, pero como dicen que hierba, no mala, sino malísima, nunca muere, su Santo Niño de Atocha lo salvó y fueron aprendidos los responsables.

Como es costumbre en este tipo de asuntos, las autoridades federales de ese entonces tendieron una cortina de humo y el resultado final fue que hubo dos sentenciados por portación de armas, que posteriormente quedaron en libertad.

¿Por qué habrán querido matar a Monreal? Supongo que no es por su “carisma y don de buena gente”. Como todo buen escándalo, pasó con más pena que gloria.

En 2015 se incorporó a Morena, partido que lo postuló a jefe delegacional de la alcaldía Cuauhtémoc (2015-2017) y que con la mano en la cintura ganó. Aquí es donde uno se da cuenta de la ambición por el poder que tienen algunos chincualudos y chimioscoleros políticos, poder que obtienen no por su capacidad, honradez y buen desempeño, sino por la infinidad de complicidades y tráfico de influencias.

Para no perder la costumbre de los escándalos, como jefe delegacional nombra a Humberto Chavarría Echartea director general de Obras y Desarrollo Urbano, pese a que fue acusado en Zacatecas por infinidad de irregularidades, como la asignación ilícita para la construcción de obras.

¡Clarísimo! Pórtate mal y tendrás un buen puesto en el gobierno. Cuando terminó su administración, la delegación Cuauhtémoc pasó a ser la alcaldía más peligrosa de la Ciudad de México (CDMX), y por extrañas coincidencias, actualmente el Estado de Zacatecas, gobernado por su hermano David, hoy en día se ha convertido en uno de los Estados más peligrosos de la República mexicana, pero eso sí, Ricardo y David no cesan de decir que quieren lo mejor para el pueblo.

Al dejar la alcaldía, hizo todo lo que pudo para imponer a su consentida, Sandra Cuevas, como su sucesora, lo cual provocó un enfrentamiento a muerte, que aún perdura, entre éste y los grupos políticos de René Bejarano y Dolores Padierna, esta última perdió contra Sandrita, y Richi se echó a más de 2 alacranes encima. ¡Que la santísima trinidad lo agarre confesado! 

Con sus ansias de novillero a flor de piel, Monreal buscó ser candidato a jefe de gobierno de la CDMX; sin embargo, dicha candidatura fue para Claudia Sheinbaum, lo que le provocó un tremendo coraje a Ricardito, quien se consoló como coordinador de campaña en la segunda circunscripción del candidato AMLO. Una vez que ganó “El peje”, agarró el hueso nuevamente como senador, en donde fungió como presidente de la Junta de Coordinación Política y líder de la bancada de Morena.

Todo parecía estar en calma, pero fue en el año 2022 que le llegó el fuego amigo. En la emisión del Martes del Jaguar se reavivó el enfrentamiento contra la hoy Gobernadora de Campeche, Layda Sansores, al dar detalles sobre las 48 propiedades de las que son dueños Ricardito y su familia y si a eso le agregamos que la relación del zacatecano con el inquilino de Palacio Nacional se deterioró, pues no le quedó otra que ponerse, como se dice coloquialmente, “a tragar sapos” y hacerse de la vista gorda.

Hay tantas cosas que manchan las más de cuatro décadas de trayectoria política de Monreal después de ser parte de distintos partidos políticos, incluidos el PRI, MC, el PT y Morena, y todavía tiene el descaro de querer ser presidente de México, algo que ve como "su sueño máximo" y que, según él, es para poder ayudar a la gente.

Nos leemos la próxima semana.

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