*No hay vacunas, regrese en 15 días, lacerante respuesta al pueblo

Total indiferencia de lo que están padeciendo millones de madres de familia parece estar sembrada en la residencia presidencial de Palacio Nacional, donde vive el primer mandatario de México, Andrés Manuel López Obrador.

Cuestión de reflexionar el siguiente relato que recién difundimos aquí, en la gustada sección Sinforoso, el oso chismoso: “No hay vacunas, se acabaron, regrese en 15 días a ver si ya nos surtieron”, respuesta que irrita al pueblo sabio y mucha pieza.

Y vaya que el asunto es por demás delicado, porque está documentado, por la mayoría de los medios informativos que tanto odia López Obrador, que cada vez son más los padres de familia que recorren los hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social, IMSS; Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de Trabajadores al Servicio del Estado, ISSSTE; los del Bienestar y algunos privados en busca de la vacuna que requieren los niños.

Se trata de la pastilla que se aplica año con año a los infantes de seis años de edad, con el propósito de protegerlos de las temibles enfermedades sarampión, rubiola y paperas.

Por ello es conocida como vacuna triple viral, pero cuando las madres de familia acuden a las instalaciones médicas públicas en busca de que sus pequeños sean protegidos, como ocurría sin problemas en sexenios anteriores, hoy no la encuentran ni en la mayoría de los hospitales privados.

Una afligida madre que acudió a la clínica 44 del IMSS, localizada en la colonia Escalera, alcaldía Gustavo A. Madero, norte de la Ciudad de México, recibió la siguiente respuesta de las enfermeras cuando acudió con su pequeña de seis años a que se le aplicara la vacuna.

“No hay vacunas, se acabaron, regrese en 15 días a ver si ya nos surtieron”. Obviamente esto irritó a la angustiada madre, quien frustrada se retiró no sin antes comentar a sus interlocutoras los graves riesgos en que ponen a la niñez mexicana.

Y otro asunto que se está comentado con marcado interés en los desayunaderos políticos de la Ciudad de México, es la reciente revelación de Rosario Robles:

“Andrés Manuel López Obrador me pidió que subiera la tarifa del Metro, cuando yo estaba en la jefatura del gobierno de la Ciudad de México y  le dije que no, porque era evidente que quería que yo cargara con el paquete ante el pueblo”.

Palabras textuales de Rosario Roble Berlanga en un programa de Ciro Gómez Leyva, lo que llamó la atención de muchos en las “benditas redes” por el momento que vive la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz con el inquilino de Palacio Nacional.

Pero doña Rosario dijo más: “todo inició desde que yo era jefa popular en el cargo de la CDMX, y desde ahí me vio mal, porque no le gustan las mujeres independientes, me vio con rencillas y me pedía cosas para cargar yo con eso, no le gustan las mujeres autónomas, desde ahí viene el encono que me tiene”.

Que quede para la reflexión, porque ahora doña Xóchitl está en medio de un violento huracán que sopla con fuerza desde la mismísima silla del poder presidencial y con solo el hecho de estar revelando confidencias fiscales, la pone en un escaparate de auténtico peligro, ya sea por lo que le pueden estar sembrando desde Hacienda o por la reacción de los malosos que secuestran para pedir rescate.

Perversos episodios…

¿Verdad?...