*La mentada Coalición

Las similitudes que hay entre los presidentes nacionales de tres partidos políticos de la oposición Jesús Zambrano, Partido de la Revolución Democrática (PRD); Marko Cortés, Partido Acción Nacional (PAN) y Alejandro Moreno, Partido Revolucionario Institucional (PRI) son, por demás, desalentadoras, ponen fuera de sí la imaginación y el razonamiento por lo que sería inútil apelar a su inteligencia, sensatez y capacidad.

Por el contrario, para ellos la estupidez se convierte en un recurso, hacen las cosas con las patas, prueba de ello es que muchos, lejos de ver una esperanza en esa coalición (Va por México), la ven como una forma de darle fuerza al partido en el poder debido a que cuando se aliaron, perdieron, aunque festejen cuando ganaron una gubernatura como si se tratara de la Presidencia.

Los tres persiguen un bienestar partidista y personal, comoditicio y servil, para crear cotos de poder que única y exclusivamente beneficiará a unos cuantos. La postura que adoptan a la hora de hacer declaraciones o arremeter contra sus adversarios sólo ellos se la creen. Hábiles en el empleo de la demagogia pura, como en sus campañas anteriores, prometen al pueblo bueno y sabio un mundo mágico lleno de colores, a tal grado que hacen posible unir el agua con el aceite, pero el tiempo demuestra que, una vez terminado el proceso electoral, les darán la mano a los morenos como si no hubiera pasado nada, tal es el caso de la aprobación de ciertas reformas constitucionales.

Se dedican descaradamente a satisfacer sus propias necesidades a expensas del servicio que supuestamente tendrían que ofrecer. Lo anterior es una simple muestra de hipócrita civilidad, pues basta con ver cómo son azuzados por los medios de comunicación y por el actual presidente de la República que se deleita con los dislates, incongruencias y barrabasadas de esos presidentes nacionales partidistas.

Los susodichos apoyarán “hasta morir”, según ellos, al candidato que elija la coalición o al que en su momento se vuelva “popularmente populachero”, que no puede ser otro que el impuesto por los tlatoanis mayores, pero jamás se inclinarán por el más apto, capaz o inteligente, sino por el más carismático y servil, aunque ello conlleve a un fracaso de gobierno que se ha visto una y otra vez cada seis años.

La culpa no solo es de ellos, sino de una ciudadanía que le apuesta a la apatía, a la compra de votos, a la poca participación, a la abstención, etcétera.  Sin embargo, no hay que perder de vista al enemigo que duerme en casa, ese que se postuló como posible candidato pero que no llegó, el que fue comparsa en una farsa llamada alianza y se le hizo a un lado, al que se le truncaron todas las posibilidades presidenciales que él y sus arrastrados seguidores divisaron, ese o esos mismos que también quieren demostrar una civilidad que están lejos de sentir, pese a que saben, y lo saben bien, que no tienen la más mínima posibilidad de ganar una candidatura y menos la Presidencia.

Estos presidentes nacionales aseguran que sus respectivos partidos están unidos por un objetivo común: ganar la elección presidencial de 2024 y mandar a “La Chingada”, rancho propiedad de AMLO, al actual inquilino del Palacio Nacional.

Dicha unidad es una mentira más porque en las entrañas de cada partido la lucha es feroz, cruel, despiadada, en donde lo que menos importa es la nación y el bien común, amenazados siempre por la soberbia y el berrinche de los mal llamados políticos que escupen a cada rato que trabajan por México, aunque cada que pueden saltan de un lugar a otro sin importar que su cargo fuera de elección popular.

¿Para qué han servido esas alianzas? Para enriquecer a una élite política y empresarial que ve en cada campaña presidencial, estatal y municipal, un medio para mantenerse en el poder desde su respectiva trinchera. Como buenos muchachitos se someten a los tiempos y a las preguntas de periodistas inflados por los medios de comunicación, en donde con tal de ganar un minuto de fama, tiran a matar y se hacen comparsas de estos medios.

¿Qué credibilidad se les puede tener a estas criaturitas del señor si es obvio que sus esfuerzos están encaminados para seguir haciendo de las suyas?

Nos leemos la próxima semana.

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