*Pésima reacción de Scheinbaum

Pésima reacción de Claudia Scheinbaum frente a la crisis ambiental de los últimos días en la Ciudad de México, producida por los incendios que se multiplican en ella y su periferia, con una gran presencia de las PM2.5 (partículas de 2.5 micras) que hacen un enorme daño al sistema respiratorio y al corazón.

¿Cómo es posible que una persona que por más de 20 años se ha se ha dedicado a defender la superioridad de la intervención de los científicos en los asuntos ambientales y que es Jefa de Gobierno, haya permanecido tan pasiva ante esta crisis ambiental? ¿Se dará cuenta del gran daño que hacen estas crisis ambientales a la salud de millones de niños y cientos de miles de ancianos?

Reconfirma lo que descubrimos en 2001, cuando López Obrador lanzó el megaproyecto de Segundo Piso en el Viaducto y en el Periférico, el secretario de Obras, César Buenrostro rechazó ocuparse de esta obra y la Sra. Scheinbaum decidió colocarse un casco, para ocuparse de la supervisión de la primera parte de la obra que se realizó entre 2002 y 2004 (Distribuidor Vial San Antonio), defender arrogantemente las bases técnicas del Segundo Piso en el Viaducto que según ella sustentaban la mejoría de la circulación del transporte urbano y la reducción de la contaminación del aire en la ciudad, a pesar de tener la titularidad de la Secretaría del Medio Ambiente.

La Sra. Scheinbaum sostenía reiteradamente ideas sobre el transporte urbano muy convencionales que contradecían los hechos que habían señalado muchos estudiosos del transporte urbano de las últimas décadas.

Evidentemente estaba en contra de los nuevos estudios sobre la circulación del transporte urbano: dar facilidades para el uso del auto sólo produce la entrada de más autos en la ciudad. Los Ángeles, California ha fracasado como ciudad, por dar facilidades al uso del auto. Nos horrorizó su defensa del uso del auto.

Los hechos han demostrado que el Segundo Piso en el Viaducto y el Periférico únicamente ha servido, para aumentar el número de autos en circulación, las distancias recorridas y tiempos perdidos promedio diarios en el transporte, el aumento en las contaminaciones del aire y su volumen y sobre todo, ha servido para prolongar el dominio de los autos en la vía pública de la ciudad de México y conservar el crecimiento de las ventas de autos en México.

No sólo la Sra. Scheinbaum ayudó a aumentar las ventas de autos en México, también, ayudó a introducir en México la tecnología de "ballenas" de concreto, para construir con rapidez y menor costo distribuidores viales y segundos pisos.

Después de la construcción del Distribuidor Vial San Antonio de la Ciudad de México, se multiplicaron por todo el país la construcción de distribuidores viales y segundos pisos. No sólo la industria automovilística celebró mucho las decisiones de la Sra. Scheinbaum, también las celebraron de igual forma los carteles inmobiliarios y la industria de la construcción.

No es sorpresa entonces que desde que asumió la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, la Sra. Scheinbaum haya adoptado varias medidas a favor del uso del auto, como la elevación de las velocidades permitidas en varias avenidas ( un aumento de 30 kmh a 40 kmh en el límite de velocidad puede implicar la duplicación de las muertes y las discapacidades), mayor tolerancia al exceso de velocidad y facilidades para las verificaciones y el pago de multas y sobre todo, evitó tanto como pudo reducir el uso del auto al declarar tardíamente la contingencia ambiental por las PM2.5. Carece de buenas convicciones ambientalistas en torno al uso del auto y el transporte en general.

Y desde luego, carece de un buen plan ambiental, para ésta muy contaminada ciudad de México. El ambientalismo científico no es garantía de buena defensa del ambiente; se necesita sensibilidad frente al daño biológico y social que hacen las contaminaciones.        

¿Qué mentes criminales han sido parte de la comisión ambiental metropolitana que no han previsto tener una norma para declarar la contingencia ambiental cuando hay la presencia de elevados niveles de PM2.5, siendo tan conocidas su letalidad y la gran probabilidad de su aparición en exceso en la Cuenca de México?

Desde hace muchos años sabemos que el desastre climático, provocado principalmente por el gran número de autos que circulan en el mundo y por el gran número de aviones en los cielos, provoca en todo el mundo sequías e incendios forestales cada vez mayores.

Muy lejos ha estado la famosa comisión ambiental metropolitana de estar a la altura de lo que ha necesitado la Cuenca del Valle de México en materia ambiental. Tenemos ya muchos años viviendo con muy elevados niveles de contaminación la mayor parte del año y con muy altos niveles de morbilidad y mortalidad.  

Tal parece que ha estado controlada por muchos años, por tecnócratas y políticos muy preocupados por minimizar el daño que pueda sufrir la banca y la gran empresa debido a la morbilidad y la mortalidad producida por sus nefastos negocios. Su labor ha sido la de evitar los grandes escándalos por la calidad del aire, por lo que ha terminado por crearlos.

Y ahora resulta que AMLO no ha tenido tiempo de ocuparse de la comisión ambiental metropolitana, por lo que no tiene titular: otra prueba de su gran falta de interés por los asuntos ambientales. Tampoco ha tenido tiempo de ocuparse de la desfalleciente SEMARNAT.

Una parte de la gran ineficiencia de la comisión ambiental metropolitana podría atribuirse a su cercanía con el premio Nobel Mario Molina y su muy influyente Centro para Estudios Estratégicos.

A principios de la década de los 90, el Dr. Molina, ciudadano estadounidense que ha sido representante del gobierno de EU en México, llegó a nuestro país para darnos clase de cómo mejorar la calidad del aire de la Cuenca del Valle de México, con soluciones técnicas que difieren la aplicación de medidas de fondo que puedan afectar la venta de autos.

En dos ocasiones propuso contratar enormes financiamientos que serían pagados también por quienes no eran propietarios de autos - uno por 5,000 millones de dólares y otro más por 10,000 millones de dólares-, con el fin de mejorar la gasolina que se vendía en México; desde luego, sus propuestas fueron aprobadas, pero la calidad del aire volvió a empeorar pocos años después del cambio de las gasolinas.

El Dr. Molina ha intervenido decisivamente en los programas de la calidad del aire- Pro-Aire en los que se ha evitado hacer mención de la contribución de los autos particulares en la contaminación del aire y de propuestas que puedan realmente reducir a niveles aceptables la contaminación del aire en la Cuenca del Valle de México: ha sido un gran defensor del uso del auto privado.

Es urgente reducir radicalmente el uso del auto en la Ciudad de México, no sólo para reducir la gran morbilidad y mortalidad o el enorme desperdicio de gasolina o la gran inseguridad o el gran cambio en los usos del suelo o la gran pérdida de tiempo que produce, sino, para iniciar la mitigación del desastre climático que esta práctica ha contribuido tanto a crear en este territorio.