Los mexicanos asisten el domingo a un proceso electoral de locura y absurdas alianzas

Como nunca antes en la historia política de México, el próximo domingo primero de julio de este 2018 el pueblo de México asistirá a un proceso electoral de locura, pues solo para elegir al próximo Presidente de la República, tendrá que votar, si decide hacerlo, por aspirantes bañados de izquierda, derecha y ultraconservadores, lo que representa un escenario de competencia con absurdas alianzas ideológicas.

GRILLA EN EL PODER: Por Miguel Anguiano *Elecciones bañadas de auténticas simulaciones

*Abierta sinrazón en la búsqueda del poder

*Absurdas combinaciones ideológicas

Como nunca antes en la historia política de México, el próximo domingo primero de julio de este 2018 el pueblo de México asistirá a un proceso electoral de locura, pues solo para elegir al próximo Presidente de la República, tendrá que votar, si decide hacerlo, por aspirantes bañados de izquierda, derecha y ultraconservadores, lo que representa un escenario de competencia con absurdas alianzas ideológicas.

Cuestión de reflexionar que el candidato que supuestamente encabeza las preferencias electorales, Andrés Manuel López Obrador, propietario del partido MoReNa, desde siempre se ha autodefinido de izquierda, defensor de las causas de los más débiles, dice respetar y exigir respeto a las libertades legales de las personas y de apoyo incondicional a las preferencias sexuales y religiosas.

Y cuando algún partido político abandera todo lo contrario, el llamado “peje” siempre ha salido para atacarlo y darle hasta con la cubeta, además de alardear que lo combatirá cuando se encarame en el poder.

Bueno, pues para esta contienda electoral, López Obrador aceptó aliarse con el Partido Encuentro Social, PES, organismo político que fundamenta su plataforma ideológica exactamente en todo lo que rechaza MoReNa y esto no lo decimos aquí solo por ocurrencia, sino que es público y el tema ha trascendido nuestras fronteras.

Por lo que toca al candidato presidencial del PAN y PRD, Ricardo Anaya Cortés, no hay mucho que decir, porque es la misma cosa que la anterior, pues mientras los azules profesan la religión católica, se dicen ideológicamente humanistas y se oponen al aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo, los negro-amarillos son lo contrario de todo esto.

Como sebe, los perredistas han logrado avances en su plataforma ideológica libertaria durante los 20 años que han gobernado en la Ciudad de México y hasta hicieron ley el aborto y otros derechos sociales que rechazan los panistas.

Y qué decir del PRI, PVEM y Panal, cuyo desprestigio masivo los dejó sin militantes con credibilidad y por ello tuvieron que postular a un candidato externo, José Antonio Meade Kuribreña, quien carece de toda identidad político-ideológica que permita al electorado nacional identificarse con alguna causa social de raíz partidista y doctrinaria.

Así las cosas, ¿no es una elección presidencial de locura la que les tocará vivir a los mexicanos de esta época?

Si alguien lo duda, que responda con argumentos convincentes… ¿Los tendrá?...

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