*Monreal nació políticamente en el PRI

*Se dio cuenta de sus maniobras

*Y ahora defiende que Morena haga lo mismo

Si ellos lo hicieron, por qué no lo podemos hacer nosotros, dio a entender el senador morenista Ricardo Monreal Ávila a sus colegas de oposición, con el recuento que hizo de los ministros de la Suprema Corte de Justicia que ocuparon el cago a pesar de su militancia y abierta simpatía con el PRI de antaño, pero al final sus argumentos no prosperaron y las tres candidatas del presidente fueron rechazadas.

El legislador, quien además inició su carrera política en ese mismo priísmo rancio, pidió hacer uso de la palabra para exponer su posición desde la tribuna parlamentaria, durante el debate en el que se discutió la terna que propuso el presidente Andrés Manuel López Obrador para llenar el hueco que recién dejó el ahora profundo adorador del morenismo, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.

Y estas fueron las palabras textuales de Monreal en la sesión pública ordinaria del Senado del miércoles 29 de noviembre de este 2023:

“Yo creo que las tres reúnen las características. El alegato sobre afinidad política o identificación partidista, no es válido y no representa incompatibilidad alguna.

“Se cumple con los requisitos formales que establece el 96 constitucional. De hecho, la historia nos demuestra que durante etapas completas, este órgano de justicia se integró por afinidades ideológicas de un solo partido, óiganlo bien, afinidades ideológicas de un solo partido.

“Así es que no es válido que ahora se alegue que por tener afinidad con el presidente, deben de ser descalificadas. De hecho, les podría asegurar que todas las propuestas en la historia de la Suprema Corte de Justicia, en una o en otra forma los candidatos o candidatas a ministros tienen afinidad con el Ejecutivo Federal; ya sea por amistad, ya sea por colaboración o incluso por recomendación de cercanos o incluso de familiares.

“Por eso, me parece que es inexacto valorar el futuro desempeño de ellas. Miren, seamos claros en lo que ha sucedido en la historia de la Corte.

“Sergio Salvador Aguirre Anguiano, fue candidato a diputado federal del PAN y regidor de Guadalajara, y para mí fue un buen ministro, un ministro impecable.

“Pero no sólo él. Juventino Castro y Castro, fue diputado federal del PRD. Sergio Armando Valls, Sergio Valls fue también diputado federal del PRI.

“Incluso Franco, que yo tengo un alto nivel de aceptación en su desempeño, Franco fue subsecretario en el Gobierno de Fox, de Trabajo.

“Pero no sólo eso, una gente que yo quiero mucho, que fue compañero mío senador, maestro Trinidad Lanz Cárdenas, senador del PRI y diputado federal del PRI.

“Miguel Ángel García Domínguez, fue diputado federal. Incluso Salvador Rocha Díaz, senador por Guanajuato del PRI. Irma Cué, diputada federal del PRI. Leopoldino Ortiz Santos, diputado federal y gobernador del PRI.

“Martha Chávez Padrón, senadora por Tamaulipas del PRI. Julio Sánchez Vargas, procurador general de la República. Moisés Calleja, cuatro veces diputado federal del PRI.

“Agustín Téllez Cruces, senador del PRI por Guanajuato y gobernador de Guanajuato. Antonio Rocha Cordero, senador por San Luis Potosí del PRI, gobernador de San Luis Potosí, del PRI. Raúl Castellanos Jiménez, senador por Coahuila del PRI. Ángel Carbajal Bernal, gobernador de Veracruz, secretario de Gobernación del PRI. Mariano Azuela, senador del PRI por Jalisco.

¿Dónde está la parcialidad con la que actuaron por haber provenido de la amistad de los presidentes y de la afinidad ideológica de un partido político?

“Yo tengo una buena opinión de la mayoría de estos ministros de la Corte, y el haber sido militantes de un partido, no los hizo indeseables ni tampoco los descalificó como futuros ministros, que desempeñaron con lealtad y amor a la patria su función.

“Por eso, lo que les digo es: no renunciemos a nuestra facultad, no dejemos que el presidente de la República haga nuestro trabajo y ejerza su facultad constitucional de nombrar a un ministro de la Corte o a una ministra.

“Es falso, es una falacia que sea una traición a la patria, que estamos hundidos en el fango de la inutilidad. Es falso, es un debate falso; estamos cumpliendo simple y sencillamente con nuestra responsabilidad constitucional”.

Así, con esos argumentos falaces, don Ricardo pretendía dar atole con el dedo a sus ex correligionarios priístas, y a los panistas, perredistas y de Movimiento Ciudadano que lo mandaron a freír chongos demagógicos. 

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