*Dos años de guerra y contando

Cual si fuera una fecha común, a la mayoría del planeta le tuvo sin pendiente el segundo aniversario de la Guerra Rusia-Ucrania, como si se tratara de un encuentro de futbol o de tenis, los encabezados de los diarios estuvieron más ocupados en dar números y anécdotas que en presentar opiniones de pensadores o mandatarios para solucionar el conflicto.

Según los datos recabados por Noah Robertson y Chris Martin, destacan primero las pérdidas materiales y después las humanas: “Las operaciones militares en Ucrania le han costado a Rusia hasta 211 mil millones de dólares, y el país ha perdido 10 mil millones de dólares en ventas de armas canceladas o suspendidas, según el Pentágono .  Al menos 20 buques de guerra rusos de tamaño mediano y grande han sido hundidos en el Mar Negro, mientras que 315.000 soldados rusos han muerto o han resultado heridos, según ha descubierto el Departamento de Defensa”.

“De hecho, ambos países han experimentado grandes pérdidas de vidas y material durante la guerra, que comenzó cuando Rusia lanzó una invasión a gran escala sobre Ucrania el 24 de febrero de 2022. Ahora existe una sensación cada vez mayor de que este conflicto ha llegado a un punto muerto y que probablemente continuará -así- durante todo el año, según un informe publicado este mes por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos”*.

Por su parte el presidente de Ucrania Volodímir Oleksándrovich Zelenski, informó que en los dos años de combate “31,000 soldados han muerto en la guerra”. Actualmente, alrededor del 18% del territorio ucraniano permanece bajo ocupación rusa, incluida la península de Crimea anexada en 2014, y gran parte de las regiones de Donetsk y Luhansk en el este que Rusia capturó poco después**.

Durante los dos años que lleva el conflicto Ucrania ha recibido entre ayuda militar, humanitaria y financiera  casi US$92 mil millones de instituciones de la Unión Europea y US$73.000 millones de Estados Unidos hasta enero de 2024, según el Instituto Kiel para la Economía Mundial**.

Como señalamos aquí hace unas semanas en Estados Unidos, un nuevo paquete de  ayuda por US$60 mil millones está estancado en el Congreso. Mientras que en la Unión Europea hace unos días se aprobó otro paquete económico de ayuda por US$54.000 millones después de muchas discusiones, y para fines de marzo está programado entregar medio millón de proyectiles de artillería, que es la mitad de lo originalmente acordado.

Sin embargo, las sanciones económicas no han funcionado tan bien como esperaban los países occidentales y Rusia ha podido seguir vendiendo su petróleo y obteniendo piezas y componentes para su industria militar. En tanto China como India siguen comprándole petróleo.

Pues bien, después de hacer ese recuento de ayuda y buena voluntad para auxiliar a los “hermanos” ucranios, resulta que como siempre; a la hora de la verdad predomina la cautela o la cobardía.  Ante la propuesta del presidente de Francia Emmanuel Macron, y su anuncio de dejar abierta la puerta al envío de tropas europeas a Ucrania para contrarrestar la agresión rusa, la deserción fue inmediata.

 Lo más representativo de esa cobardía política pudo apreciarse al día siguiente de la sorpresa que provocó su anuncio de que el envío de fuerzas de tierra a Ucrania no se puede excluir.  Macron contempló cómo Berlín, Madrid, Roma o la OTAN, entre otros, se desmarcaban de sus palabras, mientras que en Francia ha sido el centro de los dardos de la oposición, que le han reprochado alimentar una escalada de ese conflicto.

Lo anterior me recuerda la frase atribuida a Winston Churchill cuando los franceses le reclamaron la falta de ayuda de la Gran Bretaña a Francia ante la invasión Nazi a su territorio, a lo que el Primer Ministro respondió: ¡¡Claro que defenderemos la Línea Maginot… hasta el último francés!!

O como dirían en Ciudad Juárez, Chihuahua;  ¡¡Verdad que pal jale y los chingazos… nomás no hay quien le entre!!

En estas parece que estamos iguales, los “hermanos” gringos y europeos acompañarán moralmente a los hermanos ucranios hasta que no quede vivo uno de ellos, y luego, ya verán como negocian con los rusos.

 Exactamente la conducta que siguieron los europeos cuando el III Reich invadió Austria, provincias de Checoslovaquia, Hungría, Lituania, Danzig y no fue hasta que  expresó sus pretensiones  territoriales sobre Polonia, que Francia y Gran Bretaña se  decidieron a “garantizar la integridad del territorio polaco contra la agresión alemana”. Y tuvieron que salir despavoridos a pedirle ayuda al Tío Sam, porque les estaban dando la paliza de su vida.

Por si lo anterior no fuese suficiente como para dimensionar la tragedia que se puede desencadenar a nivel mundial, resulta que los señores nostálgicos de la corriente republicana propalada por Trump de hacer “América Grande Otra Vez” (MAGA), los pronósticos para las elecciones de noviembre de este año son ampliamente favorables para el triunfo del magnate que lejos de procurar restablecer el orden y la paz mundial, está empecinado en aprovechar la economía de guerra y efectivamente lograr un resurgimiento de Estados Unidos bajo condiciones que en nada se parecen a las que había en el mundo hace 80 años.

La apuesta del señor Vladimir Putin para ampliar el dominio territorial, político y económico de Rusia después de dos años de violar cuanto Tratado y Convención Internacional sin mayores consecuencias para su régimen,  parece muy viable que le siga animando para continuar en su proyecto.

Mención especial merece la sospechosa historia de 24 años de triunfos electorales de V Putin, cuando hasta el  viernes16 de febrero se contaban más de 13 opositores muertos; el último de ellos Alexei Navalni, quien “falleció en una  cárcel del Ártico  por síndrome de muerte súbita” apenas un mes antes de las elecciones rusas que se verificarán el próximo 15 de marzo.

Curiosamente a Navalni se le prohibió postularse para las elecciones en 2018 y el 5 de abril de 2021, Putin convierte en ley enmiendas constitucionales que le permitirían buscar dos mandatos más de seis años cuando finalice su presidencia en 2024.

De no quedarse en el camino en octubre de 2036 el mandatario cumplirá 84 años. Se imaginan, ¡¡Pobres de nosotros y las nuevas generaciones!!

Por su parte China, India, Japón y otros más mantienen su asiento de ring-side a ver qué sale de todo este lío para luego ver como negocian con el vencedor.

*https://www.defensenews.com/global/europe/2024/02/24/comparing-russian-ukrainian-forces-two-years-into-war/

**https://www.bbc.com/mundo/articles/cn0nny9566vo

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