*Fobia a la Educación

Según el diccionario de la lengua española una fobia es el “temor irracional compulsivo”* a alguien o algo y en el caso de la fobia escolar, ésta se puede manifestar entre otras formas por un temor más general, como el miedo a hacer el ridículo, a ser criticado o evaluado… En algunas ocasiones el niño es incapaz de explicar lo que le ocurre.

Sin querer hacerle al experto en conducta, tal vez el hecho de que un individuo se haya tardado 14 años en obtener un título en la Universidad obedezca a tal padecimiento. Pero para eso hay expertos y es a ellos a quienes les toca averiguarlo.

La razón de recurrir a tal grado de precisión es para encontrar alguna explicación lo suficientemente sólida para tratar de comprender el absoluto desprecio y desinterés por la educación, en un país con 130 millones de habitantes, donde cinco de cada 10 trabajadores tienen remuneraciones laborales equivalentes a un salario mínimo o menos. Según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi, poco menos del 1% de los trabajadores gana más de cinco salarios mínimos al mes.

En verdad me resulta muy complicado el tratar de explicar cómo en menos de 5 años se han cambiado a tres secretarios del ramo, ninguno de ellos con estudios de doctorado, para conducir las políticas para la educación de 29 millones de estudiantes; 24 millones 480 mil  son de educación básica; cinco millones 244 mil de educación media superior y  casi125 mil de escuelas normales**.

En cuanto a la educación superior, en el ciclo escolar 2022-2023, se  registró la asistencia a clases de cinco millones 112 mil alumnos en más de 11 mil planteles en todo el país, donde ofrecen sus servicios 488 mil 977 maestras y maestros**.

En total, para el ciclo escolar  (2022-2023) la matricula preliminar de los tres niveles ascendió a casi 35 millones estudiantes, mientras que el personal docente fue de dos millones 149 mil, quienes dan clases en 266 mil 32 planteles de educación básica, media superior, superior y normales**. Y según los conocedores, este año no regresaran a clases más de un millón 275 mil alumnos.

Con ese universo de casi 35 millones de estudiantes, profesores, investigadores, técnicos, además de todas las áreas y disciplinas que contempla la educación ¡¡¿Cómo fue posible que se haya destrozado y desbaratado buena parte del sistema educativo nacional en tan corto plazo dejándolo en manos de inexpertos, improvisados y descalificados?!!

 Y la sociedad en su conjunto guardó silencio y permaneció impávida frente a la destrucción, hasta ahora.

Pero el problema apenas comienza, este año a diferencia de los anteriores se iniciará el ciclo escolar sin libros de texto autorizados por las instancias correspondientes, empezando por los profesores. Los textos según los expertos son una verdadera basura, a grado tal que ya fue prohibida su distribución por orden judicial.

No está de más recordar que la Jueza Tercera de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México, Yadira Elizabeth Medina Alcántara, dictó el pasado 29 de junio, una “Audiencia incidental por exceso o defecto en el cumplimiento de la suspensión definitiva” para la elaboración, edición e impresión de los libros de texto gratuitos, tanto de primaria como de secundaria, para el ciclo escolar 2023-2024, que fue dictada el pasado 25 de mayo***.

Pero el asunto no terminó ahí, la jueza fue muy clara al apercibir a los directamente responsables de continuar con su incumplimiento “se impondrá pena de tres a nueve años de prisión, multa de cincuenta a quinientos días, destitución e inhabilitación de tres a nueve años para desempeñar otro cargo, empleo o comisión públicos, al servidor público que con el carácter de autoridad responsable en el juicio de amparo o en el incidente de suspensión”***. Es decir, la miss Lety Ramírez Amaya, la Subsecretaria de Educación Básica, Max Arteaga  y Victoria Guillén Álvarez, Directora General de la Comisión Nacional de Libros de Texto, pueden acabar en presidio. Y al parecer les importa un comino.

En Nayarit hace unos días el presidente anunció: “ hay amparos, no pocos, muchos, pero ahí vamos resolviéndoles y ya los libros se están distribuyendo en todo el país y el 28 de agosto que inicie el ciclo escolar la mayoría de los libros van a estar en las escuelas".

Lo que no es más que una repetición casi textual de lo anunciado en Octubre pasado cuando expresó: “Hay como 30 o 50, 53 amparos. Ya esto está como el aeropuerto Felipe Ángeles o el Tren Maya, pero se están atendiendo y no se suspende la actividad. No es por incumplimiento a la ley, sino porque el alcance de lo que se dio a conocer no impide legalmente que siga actuando, operando la Guardia Nacional”+

O puesto en otras palabras: no me vengan a mí (one more time), con el cuentecito ese de ¡que la ley es la Ley!

Tener que dirimir los asuntos educativos en los tribunales, no sé si sea algo muy original o de plano refleja ya una disfunción severa de la sociedad, una enfermedad, un verdadero síntoma de descomposición social.

La educación es el proceso de socialización y aprendizaje fundamental que le permitirá al individuo el desarrollo de habilidades y destrezas para incorporarse a la sociedad de una manera eficiente y productiva, a la creación artística, científica y un sinfín de actividades que le permiten al ser humano su plenitud de forma integral.

Y como en economía todo- o casi todo- se ve desde una óptica utilitaria, en aras de precisión le remitiré a lo señalado por el Dr. Isaac Katz, quien define al servicio educativo como: “Es función de las escuelas que los niños y jóvenes aprendan los conocimientos principales en matemáticas, lenguaje y ciencia como base para una educación superior más especializada. Para que el país progrese es indispensable que la población, los trabajadores, puedan entender y resolver problemas de matemáticas, que entiendan y comprendan los textos que leen y tener los conocimientos de ciencias naturales, física, química, biología, etcétera que les permitan entender y adaptar, en su caso si así lo requiere, las nuevas tecnologías de producción”****.

Y lo anterior no queda en la mera literatura, Katz operacionaliza los conceptos tomando como base datos del INEGI para 2022 y nos presentó el cuadro siguiente: “Así, en el caso de los hombres, el ingreso promedio mensual de un trabajador con educación primaria fue de $5,700; con educación secundaria de $7,900; con preparatoria de $9,500; con licenciatura de $16,650 y con posgrado de $35,500.

 En el caso de las mujeres, su ingreso correspondiente fue $3,150, $4,820, $6,230, $11,815 y $24,500 respectivamente (el sesgo en contra de las mujeres es tema de otro artículo). La evidencia es contundente: a mayor nivel educativo, mayor será el ingreso individual y familiar y mayor será, en consecuencia, el nivel de vida reflejado en la posibilidad de adquirir más y mejores satisfactores”****.

Supongo que con los datos anteriores queda claramente explicada la necesidad-imperiosa- diría yo, de alcanzar cada día mejores y más desarrollados niveles de educación en todas las áreas, disciplinas y ciencias en nuestro país que desafortunadamente padece uno de los niveles de desigualdad más pronunciados del mundo desde hace años y en buena medida debido a la falta de oportunidades para la preparación y capacitación de las nuevas generaciones.

Pero como país, también es imperativo contar con una población suficientemente instruida y técnicamente capaz de enfrentar y solucionar los múltiples rezagos en infraestructura, desarrollo tecnológico, investigación científica y producción de nuevas tecnologías que nos permitan competir no sólo en el bloque de América del Norte y Europa, que en muchos aspectos se han quedado rezagados frente al enorme crecimiento y desarrollo de los países asiáticos, que hoy por hoy son la región con mayor potencial económico, científico y tecnológico del planeta.

Muestra de ello son los millares de patentes e investigaciones científicas registradas sobre nuevos materiales, sistemas, procesos y desarrollos que con la incorporación de la inteligencia artificial, los bio-organismos, la fusión nuclear, el aprovechamiento de elementos espaciales, medicina de frontera y demás innovaciones, han dejado a Occidente bastante rezagado en muchos campos.

Lo dramático o trágico de este asunto es que frente al cambio climático y la alteración toda del medio ambiente, la escases de alimentos ya ha sido anunciada desde hace décadas y aquí no sólo no se procura mejorar y desarrollar la educación sino que los financiamientos, la tecnología, la infraestructura y la investigación en materia agropecuaria se sigue dejando a la inercia hasta que desgraciadamente tengamos que conocer lo que es la hambruna.

Sobre eso también tendremos que comentar. 

*https://www.rae.es/drae2001/fobia

**https://www.gob.mx/sep/es/articulos/boletin-sep-no-206-mas-de-29-millones-de-alumnos-

***https://www.eluniversal.com.mx/cultura/manda-jueza-a-sep-y-a-conaliteg-cumplir-la-suspension-definitiva-

****https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Desden-por-la-educacion-20230731-0004.html

+https://www.reporteindigo.com/reporte/no-se-suspende-la-actividad-amlo-confirma-53-amparos-contra-traspaso