*Irresponsabilidad, migración y muchas muertes

El martes 28, el Instituto Nacional de Migración (INM) informó que un incendio en sus instalaciones había dejado “al menos 38 muertos” -quemados o asfixiados-, “y otros dos perdieron la vida al llegar al hospital”, también se evacuó a 15 mujeres “sin lesiones” y en total se rescataron a 87 migrantes y siete empleados, quedan al menos otras 29 personas heridas en estado “grave”, según el INM, que han sido trasladadas a seis hospitales de la localidad.

Obviamente en la mañanera el exégeta nacional explicó que los migrantes “se enteraron de que iban a ser deportados”; “como protesta, en la puerta del albergue pusieron colchonetas y les prendieron fuego. No imaginaron que esto iba a causar esta terrible desgracia”*.  

En pocas palabras, según la presidencia de México, murieron por imprudentes, necios y faltos de paciencia. Lo que no se especificó fue que los migrantes no se hallaban en un albergue o en instalaciones aptas o adecuadas para retenerles.

Las víctimas detenidas poco antes por pedir dinero o vender mercancías en la vía pública, fueron arrumbados “en varias celdas de la estación migratoria, que no es un albergue, como ha señalado este martes el presidente, sino un inmueble en el que se retiene a los migrantes, donde estaban aparentemente dentro de cuartos con candados, según había señalado una fuente del Gobierno del Estado de Chihuahua”*.

Mientras aumentaban los muertos, el secretario de la supuesta gobernación Adán Augusto López, se dio el tiempo para sostener una entrevista de más de una hora con Joaquín López Dóriga, para comentar sus aspiraciones presidenciales, su amor entrañable desde muy temprano en su vida con Andrés Manuel y de paso expresar la estupidez; que aunque “orgánicamente” el INM, depende de él, la migración es más un asunto de Marcelo que de él, pero con mucho gusto hacen labor de equipo”.

Y agregó: “La migración es un derecho, y como tal hay que respetarlo, y no es asunto que se vaya a resolver en el corto o mediano plazos, pero gracias a los programas sociales como “Sembrando Vida” ya hay comunidades que están floreciendo, el paisaje y el medio ambiente se han modificado totalmente; las personas ya no migran, gracias al beneficio que nacional e internacionalmente ha tenido la región del sur del país por la visión de nuestro queridísimo señor presidente”.

Sin embrago, como estamos en el país de los otros datos, permítame recordarle que: “2022 fue el año con mayor número de detenciones a migrantes que transitaban por México en una situación “irregular”: 444.439 arrestos, un 44% más que el año anterior. Los países del   triángulo norte de Centroamérica (Honduras, El Salvador y   Guatemala) ya no son los únicos en expulsar a su población.

Ahora hay que sumar “niveles sin precedentes de personas migrantes   que llegan por tierra a México cruzando a través de Centroamérica desde la República Bolivariana de Venezuela, Cuba, Nicaragua, Colombia, Ecuador, Haití, o incluso desde países de África, Asia, y Europa (incluyendo Rusia y Ucrania)”, según el comunicado de la Organización Internacional para las Migraciones de la ONU (OIM)**.

“Los venezolanos han sido la nacionalidad más interceptada por las autoridades migratorias mexicanas en 2022, con 97.078 arrestos; un2.127% más que el año anterior. Sí leyó bien, dos mil ciento veintisiete por ciento más que 2021. En la lista les siguen hondureños, guatemaltecos, cubanos y nicaragüenses.

“El deterioro de las condiciones socioeconómicas y políticas en Nicaragua y Cuba también ha llevado a un aumento en la cantidad de personas que han dejado estos países, con casi 36.000eventos   de   personas nicaragüenses y más de 38.000 eventos de personas cubanas en situación migratoria irregular registrados por la autoridad   migratoria mexicana durante los primeros 11 meses de2022″, amplía uno de los informes presentados por la OIM**.

Por si lo anterior no fuese suficiente para evidenciar la irresponsabilidad e indolencia de las autoridades, la desproporción de la información entre las autoridades norteamericanas y las de México se vuelven increíbles.

“Desde marzo de 2020 al 31 de diciembre de 2022, Estados Unidos ejecutó 2.548.284 deportaciones bajo el Título 42 y otras 2.539.990 expulsiones bajo el Título 8, otra norma de similar calado. Solo en2022, la policía fronteriza estadounidense realizó 2.578.184 detenciones de migrantes —un 31%, el mayor número, eran mexicanos—.

“Al igual que en el caso de los encuentros registrados por las autoridades migratorias mexicanas, el número de encuentros registrados por las autoridades estadounidenses en la frontera sur del país a nivel anual alcanzó niveles históricos en 2022″, explica la OIM.

México, por su parte, registró 106.008 expulsiones en 2022, un 19%menos que el año anterior”**.

¿Cómo se puede explicar esa disparidad gigantesca de personas entre un gobierno y otro? Porque como ya señalé; estamos hablando de personas donde miles y miles son niños o adolescentes, ya sea solos o acompañados.

Y otra información que tampoco se ha aclarado es el relativo al combate de las bandas u organizaciones transnacionales que   se encargan del acarreo y traslado de personas y las millonarias cifras de efectivo que manejan, suficientes para sobornar o alquilar de manera permanente a autoridades policiacas, migratorias, aduaneras o las quesean necesarias y que llegan al país vía remesas. Ya que tampoco podemos pasar por alto que la propia OIM también ha señalado el importante papel de las remesas, que en 2022 vio los números más altos “jamás registrados en México, llegando a más de 58.000 mil millones de dólares, según datos del Banco de México”**.

Por supuesto las autoridades bancarias, fiscales y judiciales tampoco se han preocupado mucho por saber y determinar el origen de esos recursos multimillonarios

Pero como aquí las autoridades solo aparecen para justificar catástrofes o tragedias bajo el nombre de incidentes y argumentar que desde siempre han trabajado y hecho los mayores y mejores esfuerzos para remediar un problema que es internacional, lejos de resolver en algo este complejo fenómeno, lo han dejado crecer al nivel de las tragedias que nuevamente hemos podido presenciar.

Pareciera que el mensaje real de las autoridades sería que bien valdría la pena que aprendamos a resignarnos, porque aquí ya se hizo y se hace lo que se puede y si no les gusta…

Pues ni modo. Mientras tanto, las desgracias y las catástrofes (que no incidentes) se siguen acumulando en un país cuyos gobernantes no atinan más que a velar por sus intereses de grupo y su permanencia en el poder. Lo demás… es lo de menos. Todo esto pese a las condenas, críticas y reproches internacionales que llegan desde Guatemala hasta el Estado Vaticano. *https://elpais.com/mexico/2023-03-28/decenas-de-personas-mueren-en-un-incendio-**https://elpais.com/mexico/2023-02-28/mexico-bate-records-como-destino-y-origen