*Agua, 50 años, mismo problema

Hace casi 48 años Excélsior* publicó en gran titular “Una solución a 200 metros bajo el suelo”, con motivo de la inauguración y puesta en marcha del Drenaje Profundo de la Ciudad de México. Lo que requirió el trabajo de 11 mil 500 trabajadores durante 21 años y fue considerada la obra más grande del país hasta esas fechas.

El propósito de esa obra fue “hacer frente al hundimiento, a las inundaciones y al abastecimiento de agua potable”, la cual consta de nueve interceptores que llevan el agua residual y pluvial de la capital hacia el emisor central, el alma del drenaje, que corre a una profundidad de 50 y hasta 237 metros.

Y cuando hablamos de inundaciones en la Ciudad de México, la gran mayoría de nosotros no tiene pálida idea de lo que estamos diciendo, ya que en 1951 que fue la última gran inundación, según los diarios de la época: “tras horas de lluvia ininterrumpida los capitalinos despertaron la mañana del lunes 15 de julio sumergidos en un auténtico caos.

El Río Consulado había excedido su nivel inundando Tlatilco, y el Río San Joaquín se desbordaba sobre el Hospital Español. Los muros reblandecidos de la Colonia Guerrero se desmoronaban al tacto. Otras zonas rebasaron la marca de los dos metros de agua, sepultando a decenas de hogares y comercios en una violenta marejada”**.

Pero la magnitud de la desgracia quedó claramente descrita en el siguiente texto: “aquella madrugada, el Gran Canal no captó agua. La lluvia se acumuló en colectores, drenajes, calles y viviendas que, posteriormente, colapsaron ante la insuficiencia del sistema. Desde la Candelaria de los Patos en el oriente; pasando por la Condesa en el poniente; la Tránsito, Obrera, Doctores, San Pedro de los Pinos y Portales al sur; hasta la Guerrero y Peralvillo en el norte; la mitad de los entonces 3 millones de habitantes en la capital terminaron con sus casas y negocios hundidos”**.

Aunque efectivamente el problema de una inundación de iguales o peores dimensiones que la del 51 quedó conjurado, la falta de previsión y de inversiones en materia hidráulica por parte de las autoridades del gobierno local ahora no sólo padecemos el problema de inundaciones y encharcamientos de pocas dimensiones, sino que al no aprovechar y hacer reservorios del agua pluvial, construir y ampliar plantas tratadoras de agua y darle el debido mantenimiento a la red local por fugas, conexiones ilegales, deterioro de la red y otros aspectos técnicos, resulta que siempre queda el argumento fácil de culpar a la población por el mal uso del recurso.

Más que sabido tenemos que como las obras de drenaje, mantenimiento, desazolve, no son obras de relumbrón y no visten lo suficiente a los políticos y burócratas, pues dejan que se sigan deteriorando hasta que se presenta la siguiente catástrofe. Con esto no quiero decir que los ciudadanos no tengamos parte de culpa en el problema, pero recurrir a culpar a los usuarios del servicio por la falta de atención del sistema en su conjunto no es solamente injusto, sino irresponsable y cínico.

Desde hace más de 4 años la UNAM volvió a recordarnos que “35% de agua de la ciudad se desperdicia por fugas; se pierden 21 mil litros por segundo de cada 63 mil que llegan al Valle de México por falta de mantenimiento e infraestructura defectuosa”***.

En octubre de 2018 cuando las autoridades capitalinas anunciaron los cortes en el suministro, el doctor Manuel Perló Cohen, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), advirtió: “los cortes en la capital del país y en 13 municipios mexiquenses, del 31 de octubre al 3 de noviembre, serán cada vez más frecuentes y prolongados. Así lo demuestra la tendencia histórica de la última década y las graves afectaciones del Cutzamala, uno de los 10 sistemas más grandes, complejos y costosos del mundo”***. 

Y no sólo lo anterior, adicionalmente: “El sistema Cutzamala, señaló el investigador, tiene un consumo de energía de dos mil 200 millones de kilovatios hora (kWh) al año, equivalentes al tamaño de una ciudad como Puebla. De los 63 metros cúbicos por segundo que llegan, se desperdician 21.5 metros cúbicos y el Cutzamala necesita con urgencia de servicios de mantenimiento en su almacenamiento y conducciones, plantas de bombeo, instalaciones eléctricas y planta potabilizadora”***.

Así que no es porque usted se tarde mucho en la ducha o porque use la karcher para lavar el carro, al revés de lo que sucedía hace casi 70 años en que la ciudad se inundaba, ahora nos quedemos sin agua porque los encargados del sistema de agua no hacen lo suficiente para adelantarse a los problemas.

“En 1950 teníamos una disponibilidad de 18,000 metros cúbicos por persona al año, en 2015 la cifra bajó a 3,692; en tanto que en 1975 había 16 acuíferos sobreexplotados, actualmente tenemos 115. Aunado a esto, las inversiones públicas en el sector hídrico han disminuido en más de un 60%, los problemas sociales están en aumento, muchísimos organismos operadores están bajo condiciones de trabajo con sus sindicatos francamente inaceptables y representan un lastre para su eficiencia, el subsector agua potable está más politizado que nunca, entre otros aspectos. Al marco legal del agua le urge una reforma que permita modernizarlo y cambiar el modelo de gestión con el que trabaja para poder garantizar el cumplimiento del derecho humano al agua”****.

Para colmo de males, en la presentación de Precriterios 2024 de la Secretaría de Hacienda señalan expresamente: “el programa referente a infraestructura sobre modernización de riego y temporal tecnificado tendría un recorte de 77.5% real en 2024 respecto de lo aprobado para este año”+.

También destaca el programa sobre infraestructura de agua potable, alcantarillado y saneamiento, que tendrá un recorte de 65.9%, y la protección sobre centros de población áreas productivas, con 34.9% real menos de recursos.

Con esto, el próximo año se tendrían menos recursos para temas relacionados a infraestructura de agua, en un contexto en el que cada vez hay más presiones hídricas en el país, en particular en el Valle de México y el norte, con más empresas que están buscando establecerse por el nearshoring y que, por tanto, demandan más recursos de agua+.

Pero sobre este tema ya volveremos en otra ocasión, mientras tanto disfrute sus vacaciones si es que le tocaron. Y cuide el agua.

*https://www.excelsior.com.mx/comunidad/2015/06/14/1029379

**https://www.local.mx/ciudad-de-mexico/gran-inundacion-cdmx-1950/#:~

***https://www.gaceta.unam.mx/crisis-agua infraestructura/#:~:text

*****https://www.excelsior.com.mx/opinion/ramon-aguirre/sequia-l+https://www.excelsior.com.mx/dinero/solo-habra-recursos-para-adultos-mayores-precriterios-