“Soy feliz, soy un hombre feliz y quiero que me perdonen por este día los muertos de mi felicidad…”…

Es la tonada de la canción del músico cubano Silvio Rodríguez con que terminó su mañanera del viernes pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador…

Don Andrés hablaba de sus más odiados adversarios, los periódicos Reforma y El Universal y anécdotas de otros periodistas, cuando de pronto volteó su rostro de enfado hacia su ayudante-vocero Jesús Ramírez Cuevas, a quien le ordenó la buscar o poner al aire la canción conocida como pequeña serenata diurna que a la letra dice:

“Vivo en un país libre, cual solamente puede ser libre, en esta tierra, en este instante, y soy feliz porque soy gigante. Amo a una mujer clara, que amo y me ama, sin pedir nada, o casi nada, que no es igual…

“Y si esto fuera poco, tengo mis cantos que poco a poco muelo y rehago habitando el tiempo, como le cuadra a un hombre despierto”...

Con esta interpretación se refirió también a la libertad que tienen los maestros de la CNTE para manifestarse, pero sin violencia…

“Soy feliz, soy un hombre feliz y quiero que me perdonen por este día los muertos de mi felicidad…”…

¿Queeeeeeee tal?...

24/05/2024