Me presento: soy *Sonia Silva Rosas*, soy periodista, escritora, abogada y editora. Tal vez algunos de ustedes me conocieron durante mi fugaz paso por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, de donde fui Jefa de Prensa.

Les cuento a grandes rasgos lo que hoy me sucedió: hoy por la mañana, después de retener mi pago, y a sabiendas de que mi sueldo -en este momento- se destina a pagar el tratamiento de uno de mis hijos, me obligaron a firmar una rescisión de contrato anticipado en la Secretaría de Cultura de la CDMX, para que no demandara yo a la Secretaría y, también, para “liberar” mi sueldo.

Roberto Cruz Guerrero Torres, actual coordinador de promoción y difusión cultural, rescindió mi contrato a cuatro días de haberlo yo firmado. No existieron argumentos sólidos ni causales para tal efecto.

También comentarles que inicié una investigación sobre Roberto Cruz Guerrero Torres, y obtuve información que indica que sólo tiene estudios de bachillerato, no tiene estudios de licenciatura o especialidad en el área de la comunicación, periodismo, medios de comunicación, etc; y tampoco tiene experiencia como reportero, editor, jefe de información, editor de alguna revista o periódico.

Para ser coordinador de difusión de un área tan importante como la Secretaría de Cultura de la CDMX, se requiere no sólo la experiencia, también el conocimiento.

Sé que casos como éste hay muchos en este momento en el país y eso es lo preocupante, porque tanto el presidente como Claudia Sheinbaum aseguran que esas prácticas, de poner a amigos y compadres en puestos clave, son ya prácticas añejas que “sólo se llevaron a cabo durante la época neoliberal”, cuando la realidad es otra.

Ya uno de los medios había publicado algo al respecto, pero nadie hizo eco. Yo tengo evidencia de que Roberto Guerrero sólo tiene estudios de bachillerato.