Por Efrén Páez Jiménez

(dpl news) Las restricciones comerciales impuestas por el gobierno de los Estados Unidos para frenar la venta de tecnología y semiconductores al mercado chino también elevan el riesgo de pérdida de competitividad, así como una mayor incertidumbre para la propia industria estadounidense, afirmó en una declaración la Asociación de la Industria de Semiconductores (SIA), ante la posibilidad de nuevos bloqueos.

En un comunicado, la SIA reconoció los esfuerzos del gobierno estadounidense para fortalecer la cadena de suministro de semiconductores mediante la inyección de fondos provenientes de la Ley CHIPS, a la que calificó como “audaz e histórica”.

Sin embargo, también emitió una dura crítica en contra de las medidas adoptadas por la administración de Joe Biden para frenar la venta de componentes a China.

“Permitir que la industria tenga acceso continuo al mercado de China, el mercado comercial más grande del mundo para semiconductores básicos, es importante para evitar socavar el impacto positivo de este esfuerzo”, advirtió la organización.

A partir de la guerra comercial contra China, iniciada por la administración de Donald Trump, el gobierno estadounidense ha impuesto múltiples restricciones comerciales para evitar el acceso a tecnología nacional por parte de empresas chinas.

Las restricciones incluyen desde prohibir la venta de componentes clave para Inteligencia Artificial como GPUs, restringir el acceso a patentes 5G o hasta evitar la venta del equipo necesario para la fabricación de semiconductores.

Aunque expertos y empresas chinas esperaban que la administración de Joe Biden disminuyera el tono del conflicto con el país asiático, el gobierno ha impulsado medidas incluso más restrictivas para disminuir el acceso a nuevas tecnologías por parte de empresas chinas, especialmente aquellas involucradas en Inteligencia Artificial y 5G.

Al respecto, la SIA advierte que “los pasos repetidos para imponer restricciones excesivamente amplias, ambiguas y, a veces, unilaterales corren el riesgo de disminuir la competitividad de la industria de semiconductores de Estados Unidos, interrumpir las cadenas de suministro, causar una incertidumbre significativa en el mercado y provocar represalias continuas por parte de China”.

Más recientemente, el Departamento de Comercio de los Estados Unidos logró introducir una nueva regla en la Ley CHIPS para prohibir que cualquier empresa beneficiaria pudiera expandir sus operaciones en China. Dicha medida ha sido duramente criticada por la industria, a la vez que el gobierno de Corea del Sur solicitó a su homólogo estadounidense revisar que estas “provisiones” no representen una “carga excesiva” para las compañías que invierten en el país norteamericano.

En ese sentido, la SIA hizo un llamado a los gobiernos de Estados Unidos y China “para que reduzcan las tensiones y busquen soluciones a través del diálogo, no de una mayor escalada”.

“Instamos a la administración a que se abstenga de aplicar más restricciones hasta que se comprometa más ampliamente con la industria y los expertos para evaluar el impacto de las restricciones actuales y potenciales para determinar si son estrechas y claramente definidas, aplicadas de manera consistente y totalmente coordinadas con los aliados”, añade.

De acuerdo con cifras de la asociación SEMI, se pronostica que las ventas globales de equipos de fabricación de semiconductores totales reporten una contracción de 18.6 por ciento en 2023 hasta un total de 87.4 mil millones de dólares. Aunque se espera que la industria logre recuperarse en 2024, cuando supere los 100 mil millones de dólares.

Se prevé que China, Taiwán y Corea del Sur sigan siendo los tres destinos principales para el gasto en equipos en 2023 y 2024. Si bien se estima que Taiwán recupere el liderazgo en 2023, se proyecta que China regrese a la primera posición en 2024.