Por Paula Bertolini

En el marco de la Cumbre de líderes del G7, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció la creación de la Asociación para la Infraestructura e Inversión Global, una iniciativa que agrupará y coordinará las inversiones de las principales naciones.

Además, el mandatario presentó una inversión de 200 mil millones de dólares en proyectos de infraestructura global en los próximos cinco años.

La inversión total, incluidos los socios del G7 y el capital privado, tiene como objetivo alcanzar los 600 mil millones de dólares en los próximos cinco años.

La iniciativa del G7 está financiando proyectos en cuatro categorías principales: energía limpia, sistemas de salud, igualdad de género y conectividad digital.

El anuncio se interpreta como parte de un esfuerzo de las principales economías del mundo para fortalecer la infraestructura de cara a la influencia de inversiones chinas. “Necesitamos fortalecer el uso de tecnologías confiables para que nuestra información en línea no pueda ser utilizada por autócratas para consolidar su poder o reprimir a su gente”, dijo Biden. Es por eso que el Programa de Inversión Digital está movilizando 335 millones de dólares en capital privado para suministrar equipos de red seguros en África, Asia y América Latina.

Entre las inversiones que anunció Biden se encuentran 600 millones de dólares para un cable submarino de telecomunicaciones que conectará Singapur con Francia a través de Egipto y África, brindando Internet de alta velocidad. “Conjuntamente, tenemos docenas de proyectos en marcha en todo el mundo”, dijo Biden. La idea es combinar financiamiento del gobierno con capital privado de fondos de pensiones, fondos de capital privado y fondos de seguros, entre otros.

“Una mayor flexibilidad, velocidad y recursos, combinados con una mayor coordinación interna dentro del gobierno de los Estados Unidos, brindarán oportunidades para que el gobierno de los Estados Unidos y las empresas de los Estados Unidos satisfagan mejor las necesidades de infraestructura de los países de ingresos bajos y medianos de todo el mundo”, promete el proyecto.

Uno de los puntos del memorándum que presentó la Casa Blanca para la creación de la asociación dice que se impulsará la competitividad de Estados Unidos mediante el apoyo a las empresas, incluidas las pequeñas y medianas (pymes), en el desarrollo de infraestructura y tecnología en el extranjero, creando así puestos de trabajo y crecimiento económico; y alinear el G7 y otros socios de ideas afines para coordinar los respectivos enfoques, criterios de inversión, experiencia y recursos en infraestructura para promover una visión común y satisfacer mejor las necesidades de los países y regiones de bajos y medianos ingresos.