Violeta Contreras García

(dpl news) Shanghái, China.- Ante el apremiante cambio climático que afecta al mundo entero, generando olas de calor intensas, largas sequías, desbalances en los ecosistemas, desastres naturales y otras problemáticas sociales, ambientales y económicas, la digitalización de la energía es una condición necesaria para que los vehículos eléctricos sean una realidad, y así avanzar en la descarbonización del transporte y la sostenibilidad de las ciudades.

Por eso, la electromovilidad se ha vuelto un tema prioritario en la agenda del sector público y privado, pues el transporte, que hoy funciona en mayor medida con base en combustibles fósiles, es responsable de más del 20 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono (CO2).

El presidente de Estrategia Global y Marketing de la unidad de negocio de Digitalización Energética de Huawei, Anthony Hu, aseguró que la transformación energética es un gran desafío que requiere la adopción de nuevas soluciones y tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA) y Big Data para avanzar hacia la seguridad energética y la sostenibilidad del medio ambiente a largo plazo.

Durante el Huawei Connect 2023, que se lleva a cabo en Shanghái, China, el especialista explica la visión de la compañía tecnológica para afrontar el desafío de la transición energética, aprovechando los distintos recursos naturales con los que cada región y país cuenta.

Shanghái es una de las ciudades inteligentes (smart cities) más grandes y avanzadas del mundo. Uno de los elementos que la posicionan como tal es la amplia disponibilidad y uso de vehículos eléctricos en el transporte público y privado. En 2022, China representó más de la mitad de los nuevos vehículos eléctricos vendidos alrededor del mundo.

Una quinta parte de los vehículos que se vendieron en el país durante ese año fueron eléctricos. Grandes empresas automotrices y de tecnología están fabricando cada vez más vehículos de este tipo, por lo que es usual verlos transitar por esta y otras ciudades de la nación de forma cotidiana.

Y aunque también la red de carga eléctrica se ha extendido para poder satisfacer la demanda generada por estos vehículos, Anthony Hu advierte que este sigue siendo un gran reto para la electromovilidad en este y otros países.

“Ahora en China tenemos millones de vehículos eléctricos (…). Nuestra red eléctrica tiene problemas muy grandes, debido a que nadie sabía sobre este tipo de fuente de energía distribuida. Tenemos diferentes baterías, pero nadie sabía dónde están y cuándo vendrán a cargar”.

“Esta es una pesadilla para la red eléctrica, porque esta es una batería muy grande.  Desde la red eléctrica lo primero que necesitamos es ver dónde están y luego controlar este tipo de diferentes tipos de baterías, para integrarnos mejor con nuestra provisión de electricidad. Esto es muy importante”, explica el experto.

La preocupación de Anthony Hu también la comparten otros especialistas en la materia. Hoy en día existe una extensa variedad de baterías para vehículos eléctricos, principalmente elaboradas con litio, con distintas capacidades de almacenamiento.

Precisamente, las unidades de carga eléctrica deben responder a estos requerimientos, por lo que la existencia de diversos tipos hace más compleja la operación. Además, China está trabajando en reducir o eliminar la dependencia de baterías para los vehículos eléctricos, explorando otras tecnologías para el suministro.

“La digitalización es un camino en proceso porque no podemos pensar que una sola tecnología va a resolver todo, cada problema”, puntualizó. En ese sentido, Anthony Hu comentó que se pueden explorar distintas aplicaciones de Big Data, IA, fibra óptica o Blockchain para impulsar la transformación de la energía.

Huawei, por ejemplo, dijo que está desarrollando soluciones relacionadas con estas tecnologías para promover la digitalización de la energía, no sólo en el campo de la electromovilidad sino también en muchos otros, incluyendo la eficiencia energética de las estaciones base de las redes móviles.

Si bien una de las grandes ventajas de la electromovilidad es la descarbonización, también se trata de una transformación inteligente que, a largo plazo, permitirá que los vehículos no sólo sean medios de transporte sino fuentes de información y parte de un ecosistema conectado.

En las ciudades inteligentes, se espera que los datos generados por los desplazamientos a través de vehículos eléctricos, híbridos y autónomos provean información valiosa para gestionar la movilidad, la seguridad, los servicios públicos, la respuesta a situaciones de emergencia y, en general, la calidad de vida de la ciudadanía.