Por Raúl Parra

(dpl news) Durante el panel Adopción Regulatoria de la Nube en el Sector Bancario de América Latina, realizado este miércoles 15 de septiembre, diversos especialistas expusieron los mitos y realidades sobre la implementación de esta tecnología en el sector financiero de la región.

“En América Latina estamos asistiendo a una revolución en los mercados financieros”, declaró el especialista del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Diego Herrera, y aseguró que la nube es un elemento clave para el desarrollo de la región, por lo que es crítico que los gobiernos adopten políticas públicas y de regulación para promover su adopción.

El líder en Mercados Financieros del BID explicó que la computación en la nube es un modelo que permite acceder a servicios de manera ubicua. Enfatizó que hay nuevos actores nativos de la nube: como las fintech y las gigantes tecnológicas.

Y agregó que, mientras los bancos más grandes están adoptando o ya han adoptado la nube, el proceso ha sido más complicado para las instituciones financieras más pequeñas.

En cuanto a la generalización de los servicios financieros, Herrera destacó a Colombia y los seis países centroamericanos. Y agregó que, a lo largo de 2020, en Brasil, Colombia y Argentina se crearon 40 millones de cuentas nuevas, y podrían agregarse otros 10.5 millones si se toman en cuenta otros países, por lo que sumarían alrededor de 50 millones en toda la región.

En cuanto a las ventajas de la adopción de la nube para el sector financiero, el experto del BID aseguró que es más seguro operar a través de ella para permitir acceso a los datos, los riesgos de seguridad se reducen de manera dramática, además de que es flexible, segura y ágil y resulta más barato gestionarla.

Sin embargo, aclaró que no todo es el paraíso, pues sí existen algunos riesgos de la adopción de la nube, entre los que destaca la protección de los datos, la cual llega a ser un asunto muy importante.

Finalmente, Herrera destacó que el marco regulatorio debe cambiar para adaptarse a la computación en la nube y la capacidad institucional es la clave. Para ello, es necesario invertir en recursos humanos: hay que capacitar a los equipos, adaptar las tecnologías y lograr los cambios institucionales.

Por su parte, Logan Finucan, especialista senior de Access Partnership, expuso los mitos en torno a la nube y desmintió cada uno de ellos.

El primero se articula en torno a la seguridad, y asegura que “los datos son menos seguros en la nube”. Sin embargo, Finucan explicó que los servicios de nube son las mismas técnicas que las TIC tradicionales, sólo que a una mayor escala y con una división diferente de responsabilidades. Y tanto los proveedores y los usuarios son corresponsables de la seguridad.

El segundo gira en torno a la privacidad, y postula que “los datos son menos privados en la nube”. El experto explicó que los datos están asegurados y hay medidas para garantizar la confidencialidad y el control de los consumidores, como los contratos.

El tercero versa sobre el acceso y la vigilancia, y sentencia que “la nube dificulta a los reguladores realizar la vigilancia”, pero los clientes tienen el control de sus propios datos y la nube puede facilitar que las empresas cumplan con sus obligaciones.

Y el último mito trata acerca de la adopción y la migración, y señala que “es difícil y costoso adoptar la nube”. Indicó que los principales riesgos que enfrenta la adopción de la nube son: controlar el acceso, la seguridad y la protección de la privacidad.

Mientras que May-Ann Lim, directora de la Asociación de Computación de nube de Asia, el Instituto FairTech y miembro de Access Partnership en Singapur, aseguró que los bancos deben preguntarse: ¿cómo usamos la nube?, y los reguladores: ¿cómo supervisamos la nube?

Lim enfatizó que las instituciones financieras y los países deben sobrepasar la fase inicial de la implementación de la nube, como son el mercadeo, las ventas y el correo electrónico, y adoptar las mejores prácticas: como verificar que la seguridad siempre esté comprobada, la SubTech, o tecnología supervisoria, la RegTech, o tecnología regulatoria; adoptar políticas de migración a la nube; gestión del riesgo, clasificación de datos y armonización de la regulación.

Los ponentes concluyeron que cada país de América Latina es distinto y lo que se puede hacer es tomar las mejores prácticas y aplicarlas según las necesidades de cada uno.