Este día 13 de enero del 2021 se convierte en histórico para el pueblo de los Estados Unidos, porque su presidente Donald Trump ha sido condenado, por segunda vez y en un solo período de mandato, a juicio político, acontecimiento que nunca en la historia de este poderoso país había ocurrido, pues hubo mandatarios que fueron sometidos a ese proceso, pero no en dos ocasiones.

El juicio fue aprobado por la Cámara de Representantes, con la mayoría de los integrantes del partido Republicano, pero también destaca el hecho de que con 10 legisladores del partido Demócrata, organismo político al que pertenece Trump, se lograron los votos para declarar el juicio, al considerar que sí incurrió en faltas graves que ponen en riesgo la seguridad de su nación.

Bastó un enérgico discurso pronunciado en el congreso por Nancy Pelosi, líder de la Cámara de Representantes, para que la mayoría de sus colegas se convencieran de que Donald Trump sí es un peligro para su país y con este juicio político le impiden participar nuevamente en elecciones, claro, si el Senado confirma la sentencia.

De no darse lo anterior, el actual mandatario norteamericano será recordado con esa etiqueta de ser el único sometido dos veces a juicio político, aunque sí podrá volver a la arena electoral.

La acusación y condena se fundamentó con las pruebas que demuestran la forma en como operó el todavía presidente, -pues su mandato formal concluye en siete días- para incitar a la insurrección ocurrida la semana pasada en el Capitolio, con saldo de cinco personas muertas.

Con estos hechos la historia de este país registrará algo que desde hace muchas décadas había superado y que es precisamente no haber bañado de sangre una transición del poder político, lo que acaba de ocurrir con el saldo de la insurrección que provocó Trump.

Antes de este juicio político ya había sido sometido a otro a fines de 2019, cuando se le involucró en una investigación relacionada con asuntos que fraguó en Ucrania.

Cabe aclarar que con este juicio, de ser confirmado por el Senado,  Donald Trump no está en riesgo de acabar en la cárcel, pero sí estará definitivamente impedido en volver a ser postulado para algún cargo de representación popular, porque la condena lo ubicará como claro peligro para la nación y con esa vergüenza pasará a la historia de los Estados Unidos.