El exilio republicano español representó una valiosa inyección a las humanidades y a las ciencias de nuestro país, al contribuir a la enseñanza y la investigación a través de la colaboración e intercambio con la Universidad Nacional, así como con diversas instituciones educativas, entre ellas el Instituto Politécnico Nacional, la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y El Colegio de México, aseguró Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Al participar en el Simposio “Significación del exilio republicano español en las humanidades y las ciencias”, en ocasión del centenario de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM, el integrante del Grupo Nuevo Curso de Desarrollo de esta casa de estudios consideró que recordar la contribución de ese fenómeno social “constituye un justo reconocimiento a una idea brillante y a un acto de solidaridad humana”.
Es también una acción de reafirmación a lo que son y deben ser instituciones como esta Facultad y nuestra Universidad Nacional, abiertas a la diversidad, al diálogo, la tolerancia y al respeto a diferencias y coincidencias, agregó.
En su oportunidad, la directora de la FFyL, Mary Frances Rodríguez Van Gort, mencionó que a partir de 1939 la Universidad se constituyó en el hogar académico de intelectuales que, como resultado de la represión hacia el republicanismo español, arribaron a México, lo que sumó una multiplicidad de visiones críticas a esta institución de educación superior y a la entidad a su cargo.
En las aulas y pasillos -primero de la Escuela Nacional de Altos Estudios y después de la FFyL- se sentaron las bases de lo que hoy reconocemos como “prácticas interdisciplinares” o “ciencia de frontera”. De esta manera las humanidades y las ciencias han mantenido un diálogo que respeta la pluralidad de pensamiento, señaló.
Rodríguez Van Gort recordó que en dicho exilio arribaron aproximadamente mil 800 mujeres a México, lo que es “un tema imprescindible si queremos comprender a cabalidad este proceso de movilidad intelectual y sus contribuciones”.
Acontecimiento iberoamericano
Ambrosio Velasco Gómez, coordinador del Seminario Universitario de Problemas Científicos y Filosóficos, del Instituto de Investigaciones Filosóficas, rememoró que las grandes figuras del exilio español encontraron, particularmente en la FFyL, un ambiente del más alto nivel con colegas generosos con quienes emprendieron una renovación intelectual de las humanidades y las ciencias, y así vivificaron la cultura iberoamericana en general.
“Y el hilo fino al que aludía Pedro Garfias en su poema ‘Entre España y México’, que escribió en el barco Sinaia en 1939, es un humanismo republicano, tradición que constituye lo mejor de las dos naciones desde los tiempos de su origen, de la Conquista, y el Imperio Español, tiempo en que surgió nuestra Universidad de México”, añadió.
Raquel Serur Smeke, profesora de la FFyL, y subsecretaria para América Latina y El Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores, expuso que nuestro país, alejado de toda consideración ideológica, a lo largo de su historia ha honrado la institución del asilo salvando la vida y la libertad de miles de personas, entre ellas las de personajes destacados como el revolucionario y político italiano Giuseppe Garibaldi; el escritor y político cubano José Martí; el cineasta Luis Buñuel; el poeta León Felipe; y la Premio Nobel de la Paz 1992, Rigoberta Menchú.