Denuncia el Senado, pero no legisla
Sin ofrecer posibles soluciones al grave problema social y mucho menos trabajar en la construcción de leyes para proteger a las nuevas generaciones mexicanas abandonadas a su suerte, los integrantes de esta incipiente 66 legislatura se limitan a exigir al gobierno frenar de inmediato la criminal acción de las mafias que operan en el país, al recluir a cada vez más menores de edad para convertirlos en sicarios y distribuidores de droga.
“El Senado de la República exhortó al Ejecutivo Federal, a los gobiernos de las 32 entidades federativas, y al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, a fortalecer las acciones para prevenir y combatir el reclutamiento de niñas, niños y adolescentes, por parte de la delincuencia organizada”.
Esto está contenido en el dictamen con punto de acuerdo aprobado por las y los senadores morenistas, petitas, verdes, panistas, priistas y emecistas, y revelan que el reclutamiento de este sector poblacional abarca diversas dimensiones, que van desde lo individual, familiar, comunitario, escolar, y en el que no solamente los grupos delictivos están involucrados, sino también las familias delictuales y las pandillas.
En el mismo documento subrayan que una vez reclutados los y las menores de edad, se les imparte un adoctrinamiento para que interioricen valores criminales, expresiones lingüísticas, prácticas de consumo y ocio, con la finalidad de generar algún sentido de pertenencia.
Pero lo más grave de esta postura de los “representantes” populares, es que están enterados, en forma pormenorizada, que las niñas, niños y adolescentes que han sido reclutados no son agresores, sino víctimas de la delincuencia organizada, o bien, de las propias circunstancias que los obligaron a pertenecer a ellas.