Fijan posición industriales

“Es mucho lo que hemos avanzando en los últimos años en términos políticos, sociales y productivos, y no podemos dar marcha atrás”, refrendó en su turno el nuevo presidente de la Concamin, Francisco Cervantes Díaz, al dejar en claro que por lo anterior México no puede retroceder en temas fundamentales como la apertura del sector energético, la regulación de prácticas monopólicas y la reforma al sistema educativo.

Al tomar posesión del organismo empresarial, el nuevo líder de los industriales organizados fijó con mayor claridad la posición de su sector frente a la renovación de los poderes Ejecutivo y Legislativo en México y aquí sus palabras textuales:

“México está dentro de las 15 economías más importantes del mundo. Hablemos bien de México. No todo está mal. México es un gran país y tenemos muchos, y ustedes lo saben, que en nuestra cancha tenemos más de 100 productos que están jugando dentro de los 15 productos más importantes y más competitivos a nivel mundial.

La construcción de instituciones democráticas es un producto de esfuerzo, de generaciones y legado irrenunciable de los mexicanos que vienen, lo mismo que la estabilidad macroeconómica, el manejo responsable de las finanzas públicas, la difícil consolidación de una economía abierta y competitiva.

Por eso no podemos retroceder en temas fundamentales como la apertura del sector energético, la regulación de prácticas monopólicas y la reforma al sistema educativo.

Pero, hay algo que tenemos que hacer, convertir la obsesión con la estabilidad en una obsesión por el crecimiento, por un crecimiento que sin descuidar el cuidado de las variables macroeconómicas impacte para bien el desarrollo de las regiones de todos los mexicanos.

Hemos estado obsesionados por el crecimiento, pero no podemos descuidar las variables de la competencia. Sin embargo, para que ello ocurra es necesario multiplicar las iniciativas y conducir a buen puerto las políticas públicas y la energía social; abrir horizontes de bienestar, progreso, vida digna y orgullo compartido.

Señor Presidente:

Los industriales de México nos hemos dado a la tarea de formular una propuesta integral para una política industrial globalmente productiva, competitiva e incluyente.

Partimos de una premisa elemental, la generación de empleo formal y bien remunerado, es la única vía sustentable y de largo plazo, para elevar la calidad de vida de los mexicanos en sus niveles de bienestar y de capacidad de consumo.

Aunque la industria explique el 53 por ciento del empleo formal y el mejor remunerado, la precarización del empleo sigue siendo un reto mayúsculo.

De allí que propongamos que uno de los objetivos prioritarios de la política económica sea el incremento sustantivo de la productividad y la competitividad de la industria nacional con salarios bien remunerados. Se trata de apostar por el fortalecimiento del mercado interno y por las coordenadas del Siglo XXI.

Es imperativo construir una auténtica política industrial que responda a las condiciones del país y a las exigencias del mundo, una política que sólo puede surgir de la convergencia de los sectores público y privado, social y académico. Una iniciativa viable y urgente que a diferencia del pensamiento convencional no sólo consolide y potencie la actividad industrial en entidades que han logrado un mayor crecimiento económico en los últimos lustros, sino que también atienda los requerimientos de estados y regiones con grandes rezagos económicos y sociales.

En síntesis: una política industrial con acento en inclusión social, comprometida con el incremento del valor agregado, el desarrollo tecnológico, el fortalecimiento de los encadenamientos productivos, entre empresas y el aumento sostenido de la productividad y de los ingresos de los trabajadores.

La propuesta de la CONCAMIN atiende a esa exigencia y perfila con rigor las dimensiones del reto, las perspectivas en el corto y mediano plazo, los acentos y prioridades, las acciones que pueden detonar articulaciones virtuosas en regiones y sectores, las urgencias ante la competencia global y los compromisos de los diferentes actores. Se trata de una apuesta estratégica por ganar futuro.

Para nosotros es muy claro: sólo un proceso de industrialización integral en las coordenadas de innovación y competitividad puede garantizar una nueva etapa de crecimiento económico y desarrollo inclusivo, y prosperidad social.

Esa es la apuesta y el compromiso de los industriales con México y con los mexicanos, y con una sociedad que reclama esperanza, certidumbre y bienestar.

En esa perspectiva incluyente y solidaria dispuesta al diálogo y la colaboración permanente, este Consejo Directivo desplegará su labor al frente de la Confederación de Cámara Industriales de los Estados Unidos, y, además, en el marco de los 100 años, para respetar a las gentes que iniciaron esta gran Confederación.

Preservar la unidad es un imperativo, aunque ahí reside una de nuestras mayores fortalezas; atender las necesidades de las cámaras y asociaciones en todo el territorio nacional; recoger los reclamos y preocupaciones de las pequeñas y medianas y grandes empresas; y articular respuestas institucionales en defensa de su legítimo interés”.