Con apenas 305 votos

La Cámara de Diputados declaró aprobado el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2024, por contener los fines del proyecto nacional establecidos en la Constitución Política, ello con fundamento en el artículo 74, fracción séptima, de la Carta Magna.

El presidente de la Mesa Directiva, diputado Porfirio Muñoz Ledo, pidió remitir al Ejecutivo federal el informe del parlamento abierto y el trabajo desarrollado por las comisiones de esta Cámara con motivo del análisis del PND, para los efectos legales a que haya lugar.

Además, solicitó darle formato de decreto y publicarlo en el Diario Oficial de la Federación. Este acuerdo de la Conferencia para la Dirección y Programación de los Trabajos Legislativos sobre el PND fue aprobado por 305 votos a favor, 139 en contra y 3 abstenciones.

En los posicionamientos, el coordinador de Morena, diputado Mario Delgado Carrillo, indicó que el Plan Nacional de Desarrollo pretende cerrar el neoliberalismo en México, que ha traído más pobreza, mayor polarización del ingreso, falta de crecimiento económico en los últimos 30 años, y una ola de violencia. “No se trata de hacer lo mismo, sino hacer cosas diferentes. Lo que el Presidente de la República plantea es una redefinición de cuál es el papel del Estado y del gobierno en la economía”.

Argumentó que el PND plantea una inversión sin precedente en la gente, en capital humano, en generar derechos sociales y hacerlos realidad. Y no sólo eso, invierte en la población pensando no sólo en una vertiente asistencialista, sino en darle la posibilidad de encontrar mejores condiciones para la búsqueda de su bienestar. “Éste es un nuevo mapa de rumbo, es una nueva estrategia para el país que se hace en un contexto global, donde el neoliberalismo está siendo enterrado”.

Su compañero de bancada, diputado Pablo Gómez Álvarez, dijo que se define el desarrollo sobre la base de derechos y crea una nueva política social que no se basa en la repartición, sino en el reconocimiento de derechos para todos, un desarrollo sobre la base de terminar con la corrupción. Con el Plan se busca hacer una transformación, que es la que el pueblo está demandando, aseveró.

Por el PAN, la diputada Josefina Salazar Báez expuso que el PND es un documento que no atiende los principios establecidos en la Constitución; carece de estrategias, objetivos, indicadores y criterios de evaluación que permitan saber cuál es el rumbo del país; no es nacional ni promueve el desarrollo porque fue elaborado al vapor, y es incompleto, faccioso, fallido y desvinculado de la realidad. “Era obligación constitucional del Ejecutivo construir un Plan incluyente, con visión de largo plazo para promover la estabilidad de las finanzas públicas, el crecimiento económico y el empleo”.

Añadió que hoy no se tiene un proyecto de nación ni un Plan Nacional de Desarrollo. “México merece un proyecto sólido, congruente, objetivo, con visión de Estado a corto, mediano y largo plazos. Requiere de desarrollo incluyente, con perspectiva de género, que garantice los derechos de las personas con discapacidad y de los jóvenes. Votamos responsablemente en contra, solicitando que el Ejecutivo rectifique y atienda su deber enviando a esta Cámara un nuevo instrumento que sí cumpla con los requisitos constitucionales y legales que nos permita evaluar su gestión”.

También de Acción Nacional, el diputado Fernando Torres Graciano sostuvo que su grupo parlamentario votaría en contra porque el PND no cumple con lo que dispone la Ley de Planeación; no tiene claridad de rumbo, estrategias responsables, tiempos, indicadores de cumplimiento, forma de evaluarse, ni visión de futuro, y no fue consensado con los actores económicos, políticos y sociales del país. 

Fernando Galindo Favela, diputado del PRI, subrayó que el documento no cumple con los fines del proyecto nacional contenidos en la Constitución; es un discurso político que sólo critica al pasado y no planea el futuro. Tampoco contempla proyecciones de por lo menos 20 años ni establece consideraciones de largo plazo respecto de la política nacional de fomento económico; no prevé el compromiso de erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos, el cual adoptó México a través de la agenda 2030 de la ONU.

Resaltó que para su partido hay 100 razones para rechazarlo: adolece de un eje sobre igualdad social, política y económica de género; no tiene políticas públicas que respeten los derechos de la niñez ni permitan su sano desarrollo; carece de una estrategia de formación y consolidación de emprendedores; tampoco incluye un plan de electrificación ni de infraestructura en materia de gas; de política de turismo no dice nada; de la cultural no se sabe cuál será; en infraestructura sólo se mencionan seis proyectos: no se dice nada de protección civil ni desastres naturales, y soslaya el desarrollo en ciencia, tecnología e innovación.

De esa misma fracción, la diputada Dulce María Sauri Riancho destacó que no es Plan, es proclama, “esa que se define como escrito, discurso de carácter político en que una persona expone sus propósitos o lo que debe hacer; pero eso no era el Plan Nacional de Desarrollo que la Constitución le ordena formular y enviar a esta Cámara”. Resaltó que no se puede aprobar un documento que solamente tiene una frase sobre propugnar por la igualdad entre mujeres y hombres y que carece de estrategias.

La diputada María del Carmen Cabrera Lagunas (PES) resaltó que es la primera vez que la Cámara de Diputados va a sancionar con su aprobación este documento y su fracción votará a favor en sus términos, pero es fundamental permitir aportes y generar mecanismos para que ese proceso de evaluación mejore e incluso sancione ante su incumplimiento, “si no, seremos únicamente observadores del primer borrador de un documento que puede no llevarse a la práctica o incumplir su objetivo de regular el desarrollo nacional”.

Se pronunció para que el PND tenga un enfoque central; reducir la marginación y la pobreza; atender adecuadamente el empleo y el salario; impulsar la inversión pública y privada; fortalecer el mercado interno, empezando por el campo; buscar la soberanía alimentaria. La pacificación y reconciliación también debe atenderse, ya que es la mejor manera de reducir la violencia en el país. “En eso debemos poner énfasis los diputados y las diputadas”.

Javier Julián Castañeda Pomposo, diputado del PES, indicó que el PND representa el compromiso del gobierno federal con los ciudadanos y permitirá la rendición de cuentas. Afirmó que el proyecto de nación da un perfil del nuevo gobierno, las acciones y proyectos de largo aliento, la premisa de la austeridad y el combate a la corrupción.

El coordinador del PT, diputado Reginaldo Sandoval Flores, subrayó que el documento reúne plenamente los fines de la Constitución y es “una guía para navegar en las aguas turbulentas que han dejado la lógica neoliberal de la economía de libre mercado y el estatismo, y apunta a cimentar los pilares de un nuevo pacto social: devolver al Estado su papel como promotor del desarrollo y hacer del mismo un agente que actúe en nombre y beneficio de la sociedad y no de sus administradores”.

Añadió que en el Plan, la transformación moral consiste en erradicar la corrupción, el dispendio y la frivolidad del quehacer cotidiano de la administración pública; se apuesta a la honestidad de los funcionarios y busca la renovación de la política. La política social especifica cuál es el propósito central, el objetivo último de todas las vertientes por las que deberá transcurrir el gobierno: hacer de México un entorno de bienestar.

Su compañero de fracción, diputado Gerardo Fernández Noroña subrayó que es “un plan revolucionario” y establece con toda certidumbre lo que es la cuarta transformación. “No permite interpretación, aquí están plasmados los programas, los compromisos y las obras públicas”.

Julieta Macías Rábago, diputada de MC, expresó que su partido votará en contra del PND, pues carece de previsiones sobre los recursos y es omiso de objetivos, indicadores y metas. Además, no contempla acciones en materia de medio ambiente y combate al cambio climático; sobre derechos humanos, tiene un enfoque general y homogeneizador; concibe a los pueblos originarios como sujetos de asistencialismo y no de derechos, los despersonaliza; no hace mención a los menores y sus madres; en el combate a la corrupción y al dispendio disponen estrategias incompletas y contradictorias, y en cuanto a desarrollo económico, al Plan le hace falta integrar la Banca de Desarrollo.

Destacó que el PND no puede quedarse en una lista de buenos deseos que no se van a llevar acabo, no puede plantear estrategias ambiguas que terminen por causar más daño del que pretenden enmendar. Por eso, dijo que es indispensable adecuar este instrumento para que cada planteamiento esté acompañado de estrategias específicas, de objetivos, indicadores, metas y previsiones presupuestarias, para que todas las instituciones y dependencias tengan claro qué deben hacer y cómo lo van a lograr.

La diputada Fabiola Raquel Guadalupe Loya Hernández (MC) precisó que en el documento no existe un apartado que exponga de forma clara los recursos económicos que serán necesarios, la manera en que serán erogados cada año, así como una estrategia de suficiencia presupuestal. Señaló que debe ser regresado al Poder Ejecutivo para que sea corregido e integre las voces de quienes participaron en el ejercicio de parlamento abierto.

Por el PRD, la diputada Mónica Almeida López señaló que el Plan no puede ser aprobado en los términos que fue enviado por el Poder Ejecutivo, ya que no incluye de manera explícita los fines del proyecto nacional contenidos en la Constitución e incumple con lo dispuesto por la Ley de Planeación. “Nuestra sugerencia es devolverlo al Presidente, a efecto de hacer una reconstrucción de todas y cada una de las propuestas, señalamientos y adiciones que han surgido en las comisiones y garantizar la expectativa de los mexicanos”.

Se pronunció por un PND que contenga un diagnóstico que permita, con claridad, reconocer en dónde se está cimentando la visión de futuro durante los próximos seis años de este gobierno. “No es un sí o un no tajante, es una propuesta de reconstrucción de este Plan Nacional de Desarrollo que merecemos los mexicanos, que vaya alineado a esta gran oferta y expectativa que el gobierno federal ha establecido como la Cuarta Transformación”.

De ese mismo grupo parlamentario, la diputada Frida Alejandra Esparza Márquez se pronunció en contra del documento, al considerar que “ni es plan y mucho menos es para el desarrollo de nuestra nación”.  Resaltó que la imposibilidad de articular este proyecto como lo requiere México, “nos hizo perder la oportunidad de proyectar una estrategia y el camino a seguir para salir del atraso tecnológico e industrial de la débil competitividad internacional, de la dependencia de la economía norteamericana, de la pobreza de más de 70 millones de mexicanos”.

El coordinador del grupo parlamentario del PVEM, diputado Arturo Escobar y Vega, expuso que si se quiere ser útil a México y al Presidente de la República, esta Cámara requiere empoderarse y no permitir que ni el gabinete ni ningún funcionario público federal pueda dejar de acudir al Congreso por falta de interés o de conocimiento, “porque hay que entender que la ignorancia y la falta de preparación también es corrupción”.

Hizo votos para que el Plan Nacional de Desarrollo realmente tenga viabilidad de convertirse en políticas públicas efectivas que le ayuden al país a tener un crecimiento sostenido. “Hay muchas estrategias que están enmarcadas, pero van a ser simplemente aspiraciones si no van emparejadas con un presupuesto que permita que esto se convierta en realidad”.

Su compañero de bancada, diputado Carlos Alberto Puente Salas indicó que en el PND están plasmadas las propuestas de campaña del Presidente de la República, por lo que consideró que hay consistencia en recordar sus compromisos. Reconoció el formato de parlamento abierto que implementó la Cámara de Diputados para el análisis del Plan; sin embargo, estimó que se debe ir más allá de sólo la discusión y aprobación, se requerirá contar con las facultades de enriquecer y modificar este PND para que verdaderamente esté completo.

La diputada Lilia Villafuerte Zavala (sin partido) señaló que la planeación dentro de un sistema democrático debe contemplar el involucramiento y la participación activa de los actores interesados, en especial la consideración de todos los elementos que componen una nación.

Consideró que el diseño de la planeación democrática para el desarrollo no se puede entender sin aspectos imprescindibles: sociedad participativa, gobierno incluyente, bienestar general de la población y visión de desarrollo económico sostenible. Consideró necesario impulsar una planeación enfocada a la transición hacia energías renovables, sumándose a los esfuerzos internacionales y que involucre a las sociedades en el diseño e instrumentación de políticas socioambientales.

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