*De que la perra es brava, hasta los de casa calla
La bancada de Morena y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos han ejercido un silencio cómplice frente a la violencia y graves violaciones de derechos cometidas por la Guardia Nacional en contra de migrantes centroamericanos.
Nos preocupa mucho que el régimen morenista es cada vez más parecido al Cuarto Reich alemán; se trata de una transformación fascista que no se escucha ni así mismo.
Cuando la perra es brava hasta a los de la casa calla, y así fue al rechazar la bancada de Morena para que uno de sus integrantes, el diputado Porfirio Muñoz Ledo, expusiera frente a la presidenta de la CNDH, Rosario Piedra Ibarra, un video con imágenes de violencia ejercida contra migrantes en la frontera sur.
Muñoz Ledo sufrió en carne propia lo que ha sido la lógica de esta Legislatura federal: el monólogo teocrático de la 4T. Lo que me llama la atención es que el propio Porfirio se sienta lastimado por algo que él mismo construyó como presidente del Congreso.
Piedra Ibarra ha correspondido con creces a su nombramiento, acatando una orden del presidente de la República: que la CNDH no sea más una molestia para el Gobierno y que los derechos humanos se respeten sólo cuando al poder convengan.
Si algo debo reconocer en Morena es su profunda vocación democrática: han decidido censurarnos a todos, incluso a ellos mismos. Tienen un miedo incontrolable a la verdad.