Mucho se ha comentado la forma en que el presidente Andrés Manuel López Obrador apareció en su mañanera del martes pasado, acompañado, flanqueado o custodiado por los hombres más ricos, poderosos y representantes del poder económico en México, encabezados por el multimillonario Carlos Salim Helú…
Radiante de felicidad, el todavía popular mandatario mexicano se dirigió a los presentes y quienes lo ven por televisión o internet, para decir, con asomo y sorprendente sonrisa, que “este es un gran día, porque hay buenas noticias, gracias a los empresarios aquí presentes, logramos negociar la construcción de los gasoductos contratados por el anterior régimen, lo que nos permitió ahorrarnos más de cuatro mil 500 millones de dólares”… Y aunque a algunos ideólogos sorprende el giro que está dando López Obrador a su pensamiento de antaño sobre los acaparadores de riqueza y explotadores de los trabajadores llamados empresarios, lo cierto es que ahora lejos quedaron aquellos discursos bañados de beligerancia y ultraizquierdismo paupérrimo… Ahora parece estar abrigando a esos representantes que en otros tiempos llamó de extrema derecha y aparenta iniciar un nuevo derrotero en la distribución de la riqueza nacional… Así las cosas, la pregunta que aflora es hacia dónde va realmente la cacareada “cuarta transformación”… Pronto se sabrá y aquí lo estaremos reseñando… Mientras tanto, que quede para la reflexión…