Espectacular fin de semana padeció el presidente Andrés Manuel López Obrador, con noticias que, a querer o no, serán páginas destacadas en la reseña que escriben los historiadores de lo que está ocurriendo en la mal llamada cuarta transformación…
¿Por qué?...
Se preguntará usted, grilloso lector, y la respuesta está en la impactante noticia que se difundió el fin de semana que recién terminó, pues un medio difundió algo similar a lo que en su momento se le exhibió al ex presidente Enrique Peña Nieto, con aquello de la tristemente célebre “casa blanca”, lo que a la postre llevó al PRI al dramático escenario político-electoral en que se encuentra…
Bueno, pues ahora desde el Senado de la República el líder de la bancada panista, Julen Rementería del Puerto, emitió un comunicado el domingo para acusar que la mansión en Houston, Estado Unidos, donde vive José Ramón López Beltrán, hijo mayor de la familia presidencial Andrés Manuel López Obrador, se trata de un grave conflicto de interés que debe investigarse con toda seriedad y profundidad…
El legislador asegura que se trata de un evidente conflicto de interés, porque la costosa mansión estaba a nombre de Keith Schilling, un alto ejecutivo de la empresa Baker Hughes, una de las compañías petroleras más grandes del mundo y que tiene contratos con Pemex por 150 millones de dólares.
Como se sabe, y está reseñado en la historia de los sexenios mexicanos, en su momento los morenistas, encabezados por el propio López Obrador, protagonizaron eficaz campaña contra de la familia que habitaba Los Pinos por la mansión que había adquirido doña Angélica, esposa de don Enrique, y que finalmente la tuvo que devolver al vendedor por la fuerte presión de un pueblo sabio y muy avispado…
La pregunta es ahora qué pasará con la familia presidencial que habita Palacio Nacional…
Pronto se sabrá…