La exsecretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, acaba de sumar otro lacerante episodio con que pasará a la historia, como parte de la mal llamada cuarta transformación…
Resulta que la notable dama morenista ordenó el desalojo de los reporteros que se encontraban trabajando en el salón de sesiones del Senado de la República el martes pasado…
Y como era de esperarse, los colegas pusieron su natural, y además legítimo grito en el cielo, porque se les estaba coartando el libre desempeño perdiodístico…
Esto obligó a la legisladora, por demás adoradora de López Obrador, a recular en su orden y culpó de ello al guardia de resguardo parlamentario Publio Rivera, cuando a ojos de casi todos los presentes, fue ella quien dio la orden…
Del comportamiento de doña Olga en su aventura de integrante estrella dentro del actual gabinete presidencial hay mucho que contar, porque ahí está dejando un prestigio que había ganado en su paso por la Suprema Corte de Justicia de la Nación…