En los mundillos político y periodístico se coincide en preguntar que cómo está eso de que mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador se desgañita en sus mañaneras por llamar a la paz, a la espiritualidad, a la hermandad y a interponer lo humano para evitar todo tipo de violencia, en su partido Morena se dan con todo por el control del organismo…
Y vaya que resulta total incongruencia todo lo que está ocurriendo en la llamada “cuarta transformación”, porque es claro que el propietario del partido, el actual presidente de la República, sufre los embates de quien considera sus adversarios, quienes le están reclamando las medidas que ordena para tratar de calmar las turbulentas aguas que azotan a su gobierno… Pero mientras esto ocurre en Palacio Nacional, en el cuartel de Morena los grupos, las tribus o como se les quiera llamar ahora, se dan hasta con la cubeta por las posiciones que están en juego en esta coyuntura de término de liderazgos… Es, pues, un momento de vital importancia para el futuro inmediato de este nuevo grupo dominante político dominante en México… Y si no, al tiempo…