*¿Habrá más?
Luego de una audiencia que inició el lunes a las 18. 30 horas y concluyó el martes a las 6.25, la señora Rosario Robles Berlanga fue conducida a Santa Martha Acatitla, una prisión para mil 600 reclusas que, como muchas otras, está saturada pues hay actualmente mil 800 “internas”, término eufemístico de los penalistas.
Estará allí dos meses, ya que el 13 de septiembre irá nuevamente ante el juez que le dictará el cargo de prisión o libertad. En dicho lapso, los abogados defensores: Julio Hernández Barros, Xavier Olea (hijo) y una veintena más tratarán de aportar pruebas de descargo, algo muy difícil, y la Fiscalía General algunos otros datos. Por lo pronto la Unidad de Inteligencia Financiera, a cargo de Santiago Nieto, ya dijo que alista 105 denuncias por el monto de 800 millones de pesos. Ello, aunque López Obrador lo niegue.
Como era lógico, los ayudantes de Robles señalaron que “era la hora más negra de la historia judicial de México”, según Julio Hernández Barros, y que Rosario era una “presa política”, al decir de Xavier Olea, algo que hubiera sido bien atendido cuando ella era joven maoísta y hasta aventaba piedras a Valentín Campa, en la Facultad de Economía, pero no ahora que es una política presa por abusiva.
Respecto a lo más oscuro de la justicia, al decir de Hernández Barros, habría que preguntarle al respecto a Abel Barrera, que hace un cuarto de siglo ha dirigido el Centro Tlachinollan, que defiende a campesinos aprehendidos por la prepotencia oficial o a Lucía Díaz, del colectivo El Solecito, quienes descubrieron en Veracruz el cementerio clandestino más grande de América Latina, con 22 mil fragmentos óseos, muchos de ellos víctimas, seguramente, de Javier Duarte, quien convivía con Rosario frecuentemente y gozaban de los malos chistes de Peña Nieto.
En su desesperación, los protectores de la ex secretaria de Sedesol y Sedatu, dijeron que sus desvíos de lana por montones eran conocidos por José Antonio Meade y Enrique Peña Nieto. Lo que abre la puerta para que ambos sean citados no sólo en calidad de testigos sino, con el propósito que informen de lo que ocurrió con muchas de las triangulaciones de secretarías de Estado, universidades, sistemas de difusión y las empresas fantasmas. Lo que trajo rápidamente, que el martes visitaran Palacio Nacional, Meade y José Antonio González Anaya, los dos últimos secretarios de Hacienda con EPN.
Rosario ha presumido que vive en el sur de la ciudad hace 24 años, pero el juez Felipe de Jesús Delgadillo señaló que tiene una licencia de conducir con otra dirección. Y quienes fueron sus vecinos aseguran que su vieja residencia es una fachada desde hace años, ya que concurría ocasionalmente para darles órdenes a quien se encargaban de la limpieza del inmueble. Incluso quiso presumir que en dicho sitio habitaba, pero ni Daniel Moreno ni Salvador Camarena, quienes dieron a conocer la Estafa Maestra, quisieron acudir a la vivienda para un encuentro.
El director de Animal Político, el periodista Moreno, espera que la detención de Robles no sea la única en este caso, ya que en la operación están implicados una buena cantidad de servidores públicos federales (once, cuando menos), gobernadores y hasta importantes funcionarios universitarios, quienes deben pagar por sus múltiples transas.
Como acertadamente dijo Muna Dora Buchahin con Carmen Aristegui, llegar a sustentar correctamente las denuncias tendría que hacerse de abajo a arriba. Tres de los funcionarios que trabajaron con la multicitada señora declararon en contra de ella. Ahora, doña Muna señala que le corresponde al nuevo director de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), David Colmenares Páramo, aportar mayores elementos para que por fin prevalezca la justicia. Aunque hasta el momento el economista no ha dicho esta boca es mía, algo grave porque mientras más resquicios haya, la situación estará endeble. Incluso Mario Maldonado (El Universal, 14 de agosto) señaló que el funcionario estatal asesora a la hoy detenida
Quien se ha portado a la altura de las circunstancias es el antiguo Auditor, Juan Manuel Portal, el cual ha dicho que al mismísimo Peña Nieto le presentó los resultados de dos auditorías y el expresidente únicamente exclamó: ¡“Que bárbaro”! pero no hizo nada al respecto.
También apuntó Portal que se reunió con la señora y Emilio Zebadúa en varias ocasiones. Señalando que este último fue uno de los operadores claros de los desvíos. En una nueva ocasión, sólo con ella, Robles le manifestó que ya había entendido lo que debía justificar. Pero le enviaron a Juan Manuel 65 cajas con documentos basura y llenas de cosas sin sustento y con muchas omisiones.
El delito por el que se le procesa es ejercicio indebido del servicio público. Pero la cosa puede ir escalando en la medida que la Fiscalía aporte más testimonios y datos, los cuales podrán irse aumentando ya que la prisión de Rosario Robles hará que muchos se den cuenta que ellos pueden ser involucrados.
Tanto así que su caballerango de toda la vida, Ramón Sosamontes Herreramoro, pidió de inmediato un amparo.
Cosas de la vida, el juicio contra esta persona que tiene dichos populares a la mano: “Daré la cara”. “Tomaré al toro por los cuernos”. “Traigo las faldas bien puestas” y otros más, aunque ninguna que la exonere de su negro pasado, fue en el Reclusorio Sur, el mismo penal donde estuvo algún tiempo René Bejarano, que salió exonerado, y a quien involucró Carlos Ahumada en un tráfico de billetes para el PRD.
Para el panista Mauricio Kuri, el caso de Rosario no debe ser una cuestión política (sic anonadada), algo realmente cómico, ya que justamente muchos de los miles de millones de pesos que se desviaron y estaban destinados a la lucha contra el hambre o los damnificados de las tragedias como los huracanes Ingrid y Manuel, fueron a parar a un partido muy desacreditado, el PRI, y a gobernadores de mala fama como Javier Duarte, Roberto Borge o César Duarte.
¿Entonces de qué se trata?
@jamelendez44