Hay pocas cosas tan desagradables como el mal aliento, tanto para el que lo sufre, como para quienes están cerca.
Puedes usar tus mejores galas, invertir tiempo y dinero en el salón de belleza o la barbería, estar muy preparado o ser muy simpático, pero si tienes mal aliento, todo puede complicarse pues es un destructor instantáneo de la buena apariencia.
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En primer lugar porque quienes lo perciben seguramente no lo dirán, y luego, porque, a veces, el que lo sufre no se entera de que lo tiene, con lo cual se forma un círculo incómodo del que es complicado zafarse.
El mal aliento puede ser causa de una mala salud bucal, pero también puede ser síntoma de una enfermedad.
¿Por qué aparece el mal aliento?
El mal aliento o halitosis puede tener muchas causas, según refiere Medline Plus, publicación de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos. Puede estar relacionado con una pobre higiene bucal, cuya consecuencia es la proliferación de bacterias que producen mal olor. Asimismo, caries, enfermedades de las encías, problemas gastrointestinales y otras dolencias de naturaleza otorrinolaringológicas como sinusitis, también pueden ocasionar halitosis.
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El consumo de alimentos como cebolla, ajo, rábano, productos lácteos, atún, anchoas, y repollo también puede ocasionar mal aliento o aliento fuerte; también hábitos como el consumo de tabaco y alcohol, y el consumo de algunas medicinas.
Cuándo encender la alarma
La Dra. Madeleine S. Deming, médico internista del NIH Clinical Center asegura que la mayoría de las ocasiones la causa del mal aliento está alojada en las bacterias que surgen en los dientes y en la lengua, pero si se toman medidas en este sentido y no cede, es recomendable visitar al médico.
Incluso, según el tipo de olor, el aliento puede relacionarse con enfermedades específicas. Por ejemplo, si es afrutado, puede estar relacionado con diabetes; si es ácido como amoniaco, puede estar relacionado con enfermedades renales, de manera que las dudas no deben dar cabida a la pérdida de tiempo.
Soluciones para el mal aliento
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Lo primero es tener e inculcar buenos hábitos dentales. El correcto cepillado y el uso de hilo dental nos ahorran no solo problemas odontológicos, sino el mal rato de sufrir de halitosis, y a este hábito hay que incorporar el cepillado de la lengua.
“La mayoría de las personas pueden pasarse varios minutos cepillándose los dientes, pero casi todas descuidan la lengua”, asegura el Dr. Eric Shapira, profesor en la Universidad del Pacífico en San Francisco, Estados Unidos citado en el libro Guía Médica de los
Remedios Naturales, editado por Globus Comunicación, en Madrid. “La lengua está formada por papilas gustativas similares a pequeños cabellos, bajo esa capa hay espacio para alojar placa y restos de alimentos, lo que causa mal aliento”.